La salud del río Umia no atraviesa por buenos momentos. Eso es algo que ya se sabía sólo con conocer los constantes vertidos que se registran a lo largo de su cauce. Sin embargo, un estudio encargado por la Diputación y realizado por los técnicos de la Estación de Hidrobioloxía do río do Con ha profundizado en cuales son los principales males que afectan al principal cauce fluvial de la comarca de O Salnés. Los resultados del estudio fueron presentados ayer en la Diputación Provincial de Pontevedra por el presidente de la entidad, Rafael Louzán, y el director de la Estación de Hidrobioloxía de O Con, Fernando Cobo. “Hai unha alteración do hábitat do río, hai unha contaminación orgánica crónica, pero aínda quedan tramos en bo estado”, con estas palabras resumió Cobo los resultados del estudio en si.

Seis son las conclusiones fundamentales a las que ha llegado este estudio que se encargó el pasado mes de enero y que inciden en la situación en la que se encuentran los principales tramos del cauce fluvial.

La primera de estas conclusiones se centra en la zona que resultó afectada por el verquido de la factoría química de Brenntag. Indica que en esta zona se han alcanzado niveles de una recuperación significativa, pero las poblaciones de peces avanzan con mucha más lentitud que en otros tramos y no presentan, todavía, signos de alcanzar la calidad mínimamente exigible.

En lo que respecta al curso bajo del río, el estudio ha detectado una cierta mejoría. De todas formas, esta mejoría es claramente insuficiente desde la óptica de la Directiva Marco del Agua y sus efectos no llegan a alcanzar el buen estado que busca la Unión Europea para los cauces fluviales.

Plan de restauración

En la mitad inferior del cauce fluvial, el Umia necesita un plan de restauración fluvial que no sólo afecte a la calidad del agua, sino a la de su hábitat, recuperando la vegetación e incrementando la biodiversidad. En este sentido, la Diputación tiene en marcha un convenio con la Xunta, similar al realizado hace cinco años, para limpiar, recuperar y regenerar el río.

De todo el río Umia, sólo presenta un buen estado ecológico el tramo que se encuentra en el Concello de A Estrada, siendo la carga orgánica el factor que más empeora la calidad del agua.

En lo que respecta a la carga microbiológica, la práctica totalidad del río no presenta parámetros óptimos de calidad, parámetros que son fundamentales a la hora de conocer la salud del río.

Las conclusiones finalizan señalando que perdura la necesidad de un plan de recuperación integral del río que disminuya el efecto de las presiones que inciden en él y que corrija y mejore su estado.

Para realizar el estudio se instalaron 22 estaciones de control y muestreo, ocho en el embalse de A Baxe y 14 en el resto del río. Los datos recogidos han arrojado una serie de resultados muy significativos demostrando cuestiones como que la condición hidromorfológica del río es bastante mala por efecto de los purines y malas prácticas agrarias y humanas sobre él. Hasta el río Gallo el tramo se encuentra en buenas condiciones, pero a partir de Cuntis, la situación empeora notablemente.

Los análisis físico-químicos muestran una gran abundancia de sulfatos, nitratos y vertidos urbanos, de tal forma que la contaminación orgánica es el principal problema del cauce fluvial, con un nivel moderado antes del embalse, malo en el curso medio y muy deficiente al final.

El uso recreativo del río está prácticamente descartado por la calidad biológica de las aguas, que es muy deficiente.

En lo que respecta a los macroinvertebrados, los índices son buenos, algo que demuestra para los técnicos que el Umia responde bien a su recuperación con acciones depuradoras o de limpieza.

Existe también una gran diversidad de especies, aunque desde que ocurrió la catástrofe de Brenntag, hay menos individuos y no alcanzan las medidas normales de crecimiento. Desde el lugar de Veigas de Almorzar hasta Godos, la presencia de especies en el cauce fluvial es meramente testimonial.

En lo que respecta a la calidad microbiológica, ésta determina la presencia de indicadores de contaminación fecal en la mayor parte del río. En el embalse se haya detectado la presencia de cianobacterias.

Esperanza

Pese a todo, dentro de la mala situación del río Umia, el estudio indica que hay cabida para la esperanza. Así, Cobo destacó que si la depuración de los vertidos es adecuada el Umia puede recuperarse correctamente. Cargó contra el embalse, asegurando que es incompatible con el río y entiende que se deben reducir los nutrientes que llegan a él para mejorar la calidad del agua.

Cobo concluyó afirmando que “o río ten uns niveis de contaminación moderada, así que fai falta o paso seguinte para que teña un estado óptimo: Hai que axudarlle, pois por si mesmo, nunca recuperará un estado ecolóxico adecuado.