Algunos de los miembros del Partido Galeguista (PG) de O Grove que a través de FARO criticaron con dureza a su único representante municipal, el concejal Alfredo Bea, se enfrentan ahora a un expediente disciplinario interno. El que era portavoz de la ejecutiva local, Francisco Prieto, es cesado en el cargo, tras haberse sumado a las quejas contra el edil. Y éste, al que habían acusado de prepotente y de actuar de espaldas a la militancia y al pueblo grovense, lejos de suavizar la situación se carga de poder tratando de asumir para él toda la responsabilidad posible y la portavocía.

Así se acordó en el transcurso de una tensa reunión de la ejecutiva local celebrada en la noche del martes. Alfredo Bea, arropado por su número dos, Víctor Otero Prol, evitó convocar una asamblea en la que poder escuchar a los militantes, adoptó medidas contra sus detractores y, en definitiva, abrió una guerra interna que sitúa a las dos corrientes galeguistas en posiciones claramente irreconciliables.

Prueba de ello es que Francisco Pérez García, presidente del Partido Galeguista, pide que se le incluya también en el expediente y se emprenda contra él cualquier tipo de medida disciplinaria que quiera aplicarse a sus compañeros, pues coincide plenamente con ellos en las críticas contra Bea, al que advierte de que su forma de actuar “es propia de otros tiempos ya superados y de algún que otro dictador”.

Esto acaba de empezar

Así pues, la polémica iniciada a raíz de los ataques públicos contra Alfredo Bea no sólo no ha terminado, sino que acaba de empezar, ya que esta guerra interna amenaza con enquistarse e incluso pone en peligro el futuro del PG en esta localidad.

Y es que, advierten tanto los militantes ahora expedientados como el propio presidente del PG, “la gente se siente ninguneada y está cansada de que sólo se la convoque para pegar carteles”. Por esta razón, “no vamos a permitir que se mantenga esta actitud caciquil, la cual también queda puesta en evidencia cuando Alfredo Bea decide expedientar a sus críticos y remitir ese expediente a la ejecutiva nacional, como si en O Grove no fuéramos capaces de tratar este asunto”.

Sospecha que “lo que busca Bea fuera es un apoyo que en O Grove no tiene”, por eso Francisco Pérez declara que “la situación creada a raíz de la chulería del concejal es realmente preocupante”.

El propio Francisco Pérez García, en sintonía con las críticas vertidas por otros militantes en semanas pasadas, esgrime que “es inconcebible que el concejal actúe siempre por libre, que no convoque asambleas y que ni siquiera organice reuniones en las que tratar los asuntos que se van a tratar en pleno”.

Por eso dice que comparte totalmente todas las críticas realizadas y advierte de que “no es lógico cesar a un portavoz o expedientar a un compañero por el simple hecho de criticar al concejal, el cual semeja un pequeño dictador y está actuando en contra de los estatutos del PG”.

Consciente de que “se está causando un enorme daño al partido, y así se lo advertí ya en repetidas ocasiones anteriores al propio Alfredo Bea”, Francisco Pérez esgrime que “la gente quiere participar y sin embargo se la trata con desprecio y se la deja completamente de lado”.

El presidente de los galeguistas mecos opina que si su formación quiere llegar a la sociedad “hay que sumar esfuerzos, aceptar las críticas y buscar soluciones, pero lo que hacen Alfredo Bea y Víctor Otero Prol es intentar cargarse a todo el que no opine como ellos, declarando una guerra abierta que puede resultar muy peligrosa”.

Pérez García incluso sostiene que “es perfectamente normal y comprensible que la gente se rebote, pues se siente menospreciada, pero en lugar de buscar el diálogo el concejal vuelve a hacer gala de su prepotencia evitando convocar la asamblea y atacando a sus críticos”.

Incluso esgrime el presidente de la formación que “hace mucho tiempo que existen problemas internos”, pero hasta ahora “intentamos dejar pasar lo sucedido y no quisimos saltar a la palestra para no empeorar las cosas”. De ahí que reconozca haberse equivocado, ya que “la situación alcanzó unos tintes insospechados y el concejal se aprovechó de la buena fe de la gente”.

Tal es así que “ahora no nos deja más salida que reaccionar, ya que lo sucedido es como si nos tiraran encima un cubo de agua fría que nos hace reaccionar”, concluye.

Una “caza de brujas” que sin embargo no soluciona el problema de fondo

Lo ocurrido en la reunión de la ejecutiva del Partido Galeguista celebrada el martes por la noche se convirtió en una especie de “caza de brujas”, pues de l que se trataba era de expedientar y censurar a los que cometieron “la osadía” de criticar públicamente a Alfredo Bea. Sin embargo, el problema de fondo, el que origina esas críticas, se mantiene, tal y como reconocen en el PG meco.

Ese problema no es otro que el derivado de “la actitud chulesca de Alfredo Bea, que sigue empeñado en ir por libre, tomando decisiones como concejal y también como si fuera el único miembro y representante del Partido Galeguista”.

Sus detractores insisten en que cuando funcionaba Independentes de O Grove (IdeG), el grupo que fue el embrión del PG meco, “se celebraban asambleas y reuniones constantemente, y sobre todo antes de cada sesión plenaria, con el objetivo de que los representantes del partido en la corporación transmitieran el verdadero sentir de todo el grupo en cada tema”. La diferencia es que “ahora no ocurre nada de esto, e incluso cuando se propone al concejal que presente alguna moción incluso se niega a hacerlo”.

Los que así opinan insisten en que “actuando de este modo el PG va a perder protagonismo y tirón en O Grove”, por lo que auguran “su posible desaparición de la escena política local”. No quieren que esto suceda, “pero para evitarlo habría que cambiar completamente de rumbo, y tal y como están las cosas ahora no parece fácil que exista una rectificación por parte del concejal, el cual suena cada vez con más fuerza como posible refuerzo para otro partido en las próximas elecciones municipales”.

Entre los militantes del PG consultados ayer hay quien dice que “a partir de ahora el presidente del partido -Francisco Pérez García- debe retomar el papel y el protagonismo que le corresponden”, mientras que otros sostienen que “en la reunión de la ejecutiva Víctor Otero dio su incondicional apoyo a Alfredo Bea, llegando a calificar de ratas a quienes lo criticaron”. Ante esto, algunos galeguistas advierten de que “acaba de destaparse la caja de los truenos”.