Eran las 16,30 de la tarde cuando en la centralita del 112 y de la Guardia Civil de Tráfico comenzaron a sonar los teléfonos. La historia que contaban las personas que se encontraban al otro lado de la línea no tenía ningún tipo de sentido: un jinete cabalgando por enmedio de la calzada de la Nacional 550 a su paso por el casco urbano de Valga, con síntomas evidentes de estar bajo los efectos del alcohol ya que casi no se tenía sobre el lomo del caballo.

De forma inmediata, una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico que se encontraba en Pontecesures regulando el tráfico por la Pascua de Padrón, y efectivos de la agrupación de voluntarios de Protección Civil de Valga comenzaron la búsqueda del individuo, al que se localizó a la altura del lugar de A Medela.

Los agentes de Tráfico lo interceptaron ante el hipotético riesgo que suponía la actitud del jinete tanto para el tráfico como para su integridad física. Éste se bajo del caballo, pero lejos de responder de forma correcta “optó por enfrentarse a los agentes, negándose a ser identificado y a realizar la prueba de alcoholemia”, relata la Guardia Civil.

Es más, en un momento dado, “el joven intentó marcharse del lugar a lomos de su caballo, algo que le impidieron los agentes”. El joven se resistió e incluso “llegó a agredir a alguno de los guardias”, recurriendo estos a las esposas para calmarlo sin resultado, agregan.

“Los insultos a la patrulla no cesaron ni tan siquiera cuando acudieron al lugar familiares del joven, a quienes pedía de forma insistente que no lo identificasen, todo ello con síntomas evidentes de estar bajo los efectos del alcohol”, explican miembros del operativo. Los familiares se hicieron cargo de la montura, que se llevaron en un remolque mientras el joven quedaba discutiendo con los agentes.

Tras casi una hora de “tira y aflojas”, los familiares lograron convencerle para realizar la prueba de alcoholemia, arrojando una tasa muy elevada. Pese a los continuos intentos por no identificarse, al final los agentes consiguieron su filiación, siendo el vecino de Cuntis de 25 años que responde a las iniciales J.A.S.C.

El joven venía a caballo desde las fiestas de la Pascua de Padrón, a donde acudió con otros jinetes, aunque optó por regresar él solo a casa por la Nacional 550 y en estado ebrio.

Los agentes le imputan, además de un supuesto delito contra la seguridad del tráfico, otro por desobediencia grave ya que además de los “reiterados insultos, también llegó a agredir a uno durante el forcejeo, en su intento de irse del lugar”.

Importantes retenciones

El joven cabalgaba por la Nacional 550, un vial que, precisamente ayer, se encontraba saturado de tráfico debido a las fiestas de la Pascua de Padrón. De hecho, desde primeras horas de la mañana los principales accesos al municipio coruñés se colapsaron, especialmente en los vecinos concellos de Valga y Pontecesures.

El tráfico rodado circulaba de forma muy lenta y muchos vehículos se vieron obligados a estacionar en el casco urbano de Pontecesures ante la imposibilidad de hacerlo en la villa de Rosalía de Castro. Afortunadamente, no hubo que lamentar accidentes y todo transcurrió dentro de los cauces normales.

Heridos

Por otra parte, continúan ingresados los heridos en el accidente de tráfico que tuvo lugar el pasado Viernes Santo en Cambados. El herido más grave, Mauricio M.O., evoluciona favorablemente del fuerte golpe que tiene en el pecho al impactar contra el volante y se encuentra fuera de peligro.

En el otro vehículo implicado viajaban otras cuatro personas que resultaron heridas de carácter leve. Se trata del vecino de Meaño E.L.O., que era el conductor del vehículo, y de L.R.Q., M.D.T. y F.W.R., que residen en Cambados y A Coruña. Todos ellos presentaban diversas policontusiones y se quejaban de la espalda cuando fueron trasladados al Hospital de O Salnés en una ambulancia de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Cambados.