El ambiente de la celebración de la Semana Santa no sólo está en los templos y entre los fieles, sino que sale a la calle y hasta se puede palpar en el mercadillo ambulante de Vilagarcía de Arousa. Ayer se instalaron los primeros puestos de venta de palmas y ramos que niños y mayores llevarán a bendecir el Domingo de Ramos, día 5 de abril. Las ventas fueron algo tímidas porque muchas familias aún no cobraron el sueldo del mes y porque además queda una fecha clave de compras antes de esta celebración.

Los vendedores esperan una avalancha de clientes en el mercadillo del próximo sábado, por lo que incrementarán los productos típicos de esta celebración.

En la jornada de ayer se vendieron palmas con precios que oscilaron entre los dos y los cinco euros, dependiendo del gusto y del presupuesto del cliente. No se espera un cambio en el precio de estos artículos para el sábado, dado que por la crisis todos ajustan presupuestos y ventas. Lo que sí se augura es un mayor movimiento de clientela demandando las palmas para el Domingo de Ramos.

Estas palmas son mayoritariamente llevadas por los niños, ya que las personas mayores optan por el tradicional ramo de olivo, que rememora la entrada triunfal de Jesús aclamado como Mesías por los habitantes de Jerusalén.

La Iglesia recuerda que “los ramos no son algo así como un talismán, ni un simple objeto bendito, sino el signo de la participación gozosa en el rito procesional, expresión de la fe de la Iglesia en Cristo, Mesías y Señor, que va hacia la muerte para la salvación de todos los hombres”.

Actos

En Vilagarcía el programa del Domingo de Ramos comienza a las 10.30 horas del día 5, con el acto de bendición de los ramos y palmas en el colegio de las monjas Filipenses.

A continuación se lleva a cabo una procesión desde el colegio en la zona de Vista Alegre, recorriendo las calles Castelao, General Pardiñas, Covadonga y Plaza de España, para desembocar en el atrio de la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Arealonga. En esta procesión participa el grupo de gaitas “Froallo”.

Al finalizar la procesión se celebra la Eucaristía en el atrio parroquial para facilitar la participación de todos los fieles que ese día se concentran en una misa principal.

Esta conmemoración marca el inicio formal de los actos de Semana Santa, que se continúan el miércoles día 8, con la celebración comunitaria de la Penitencia.