“Dicen que hay una mina por debajo de la tierra, que va desde la fortaleza hasta el mar”. Gerónimo del Hoyo, un visitador de la Archidiócesis de Compostela que recorría Galicia en busca de sus raíces, recogía así, en el año 1600, la leyenda de uno de los túneles que bajaban desde monte Lobeira. El de Del Hoyo no iba al convento, sino a Cambados, pero se asocia ya a la existencia de antiguas minas que explotaban el agua que fluía del interior de esta montaña.

Las cavernas y cuevas que llenan los bosques gallegos han dado lugar a multitud de historias y mitos con mucha fantasía, un poco de memoria y algunos vestigios de rigor histórico. La mayoría nunca llegan a ser comprobadas y se pierden en las imprecisiones de la tradición oral, pero un golpe de suerte ha sacado a la luz una estructura centenaria que Vilagarcía ocultaba en lo más profundo de sí misma.

Los cuentos de los tesoros que los moros habían enterrado en la geografía gallega recorren la tradición popular de casi todos los pueblos del noroeste de la Península. Estas leyendas parten a veces de hechos reales, pero el tiempo y la mente humana acaban sobredimensionándolas.

La historia del túnel de Lobeira se ha asociado siempre a la existencia de la fortaleza en este monte -de la que se tienen noticias de 1175-.

De esta base y de la existencia de minas de aguas, la leyenda se ha ido construyendo aderezándola con historias de lejanos visitantes y reyes moros que habitaban “cavernas a las que nunca ha sido posible encontrarles el fondo”, como recoge la tradición oral popular. Según algunos estudiosos de estas leyendas, los túneles suelen unir lugares con relación visual directa, por lo que el caso de Lobeira, los historiadores no se extrañan de que existan leyendas que comunican el monte con casi todos los puntos de la comarca de O Salnés.

Pero una historia ha tenido siempre más relevancia en Vilagarcía y en Vilanova, quizá por eso de que tenía más base real que el resto, la que habla de un túnel desde el monte hasta el interior del convento de Vista Alegre. “Iría a dar al interior del edificio del actual colegio Sagrada Familia, por detrás de un retrato de San Felipe Neri, en un palo de pared donde, por circunstancias de aprovechamiento del espacio, queda tapada una ventana exterior” recoge el blog “Pedra do Encanto”, donde se tratan temas de la historia de Vilagarcía.

Ahora una de las muchas leyendas se ha convertido en realidad, o al menos se ha demostrado que la tradición oral guarda cierta relación con lo que duerme bajo nuestro pies.

“Dende Lobeira a Monte-Cabalo / hai unha mina de sete reinados / sete de ouro, sete de prata / sete de veleno que mata”. Así reza el poema del escritor e historiador gallego Fermín Bouza Brey, quien dedicó buena parte de su obra a las comarcas del norte y sur de Arousa. No había metales preciosos, pero sí agua, y un tesoro histórico que más vale conservar.