Lo prometido es deuda y, al final, las amenazas se han cumplido. La Policía Local ha incrementado estos días de manera sustancial su presencia en las calles más céntricas de Vilagarcía y ayer mismo imponía las primeras multas a los peatones que, en contra de la norma establecida y de la legislación vigente, no cruzan por los pasos de cebra pintados para tal finalidad.

Aprovechando el incremento de personas en la calle con motivo de las compras navideñas, los policías locales salieron ayer de manera más intensa para vigilar puntos "conflictivos" como el entorno de la Praza de Galicia, las calles de Arzobispo Lago, Conde Vallellano, Rey Daviña y todo el tramo de la avenida de A Mariña. En principio, su finalidad a lo largo de aproximadamente las próximas tres semanas no es otra que la de disuadir a aquellos que optan por cruzar la calle en encrucijadas peligrosas como la de Conde Vallellano y Arzobispo Lago y será a partir de ahí cuando empiecen a aplicar sanciones a aquellos que no cumplan lo ordenado.

Intensidad

Lo cierto es que la presencia de los municipales se notaba sobre todo ayer en la Praza de Galicia donde tres agentes controlaban los cruces de calle "irregulares" y también amonestaban a los conductores que, atendiendo a una costumbre muy poco ortodoxa, optan por aparcar con los cuatro intermitentes interrumpiendo el tráfico y, sobre todo, la visibilidad para los peatones.

Algunos viandantes tuvieron, a pesar de todo, la osadía de cruzar por lugares no permitidos ante los ojos de los agentes que, con una simple señal, les obligaban a dar marcha atrás y a optar por usar los pasos de peatones cercanos al citado cruce. Sólo uno obvió los consejos de los agentes y, como reproche, se llevó a casa una multa de 90 euros tanto por cruzar por donde no debía como por desatender las órdenes de la autoridad y de los agentes del orden público.

Terapia de choque

La presión policial para concienciar a los peatones de lo importante que es cumplir las normas de seguridad vial se inicia a modo de terapia de choque y con la intención de frenar la oleada de atropellos que ha convertido 2008 en uno de los "años negros" en cuanto a seguridad vial en la capital arousana. Vilagarcía sigue así el modelo de otras ciudades como A Coruña donde los peatones son duramente sancionados si cruzan por lugares no permitidos. Aquí, la intención es la de poner en marcha primero la campaña informativa para luego seguir con multas coercitivas de unos 30 euros.

La alcaldesa y responsable de seguridad ciudadana, Dolores García, advertía hace unas semanas que "nadie va a quedar impune si comete infracciones" y anunciaba una campaña policial que se inicia ahora de manera más contundente.

Las opiniones de los peatones ante esta campaña emprendida por parte de la Policía Local no han sido indiferentes. La mayoría reclama que se ejecute una reordenación del tráfico que cumpla con "las costumbres adquiridas por el paso del tiempo" dado que, alegan, muchos de los pasos de peatones "no responden a las necesidades reales de los ciudadanos". Así pues, piden un paso que conecte directamente la esquina de Arzobispo Lago con la Praza de Galicia para evitar así tener que desplazarse varios metros hasta un paso de cebra. Desde el Concello señalan que a la hora de redactar el Plan de Mobilidade se tendrán en cuenta estas peticiones pero que, de todas formas, se priorizará la peatonalización.

Información directa

Por otra parte, el gobierno local ha iniciado ya los primeros contactos con la asociación "Stop Accidentes" cuyos técnicos serán los encargados de promover diversas campañas informativas y formativas por los centros socioculturales de las distintas parroquias vilagarcianas. Por el momento la entidad está recogiendo material gráfico que, junto con la teoría que los peatones ya deberían conocer, servirá de apoyo a las explicaciones que pretenden enseñar a aquellos que todavía lo desconocen a cruzar adecuadamente la calle.

Otras actuaciones

Ya en el plano de las infraestructuras a principios de año se acomete la colocación de semáforos tanto en la avenida de Rosalía de Castro como en la controvertida y accidentada recta de Rubiáns para la que ya se ha obtenido el pertinente y necesario permiso del Ministerio de Fomento. Las bandas rugosas previstas también contribuyen a reducir considerablemente la velocidad de los vehículos en este tramo urbano