Moderar la velocidad en la avenida de A Mariña es una realidad desde ayer al concluir la empresa Covsa la instalación del segundo badén comprometido en mayo a los familiares y amigos de Manuel Abalo, muerto de madrugada en un trágico atropello.

Para la realización de las obras fue necesario cortar al tráfico esta avenida desde las diez de la mañana a las cuatro de la tarde, lo que sin duda repercutió en el tráfico rodado de toda la ciudad, en la que se registraron importantes atascos en horas punta.

Pero ahora queda la ejecución de todos los demás compromisos alcanzados por la alcaldesa, Dolores García, para mejorar la seguridad viaria en el casco urbano, en particular en una de las de más accidentalidad, a saber, la avenida de Rubiáns.

Una vez más, las semanas van transcurriendo y sigue sin llevarse a cabo el compromiso municipal de instalar bandas reductoras de velocidad y semáforos en esta recta de entrada a Vilagarcía. Aquí ya hubo un muerto y también heridos.

Quizás sea en esta entrada donde se precise una actuación urgente debido a su peligrosidad. Hace años que se decidió rebajar a 50 el límite de velocidad para evitar siniestros pero la medida no se reveló eficaz.

Esta avenida, dada su amplitud, es utilizada por numerosos camiones de todos los tamaños para el estacionamiento, tanto diurno como nocturno. Al estar aparcados en las dos orillas, se reduce considerablemente la visibilidad de los conductores que acceden a la N-640 desde las dos estaciones de servicio, de los distintos concesionarios de compraventa de automóviles, del restaurante o del cementerio general y el tanatorio.

Aunque se trata de una avenida poco poblada, en número de habitantes, si es una de las más transitadas, por lo que las medidas a adoptar en ella deben ser urgentes.

Otras calles como rodrigo de Mendoza o la avenida de As Carolinas precisan también actuaciones inmediatas que eviten riesgos innecesarios, independientemente de que el Ayuntamiento de Vilagarcía cuente o no con recursos en el presupuesto vigente, especialmente porque todavía no hay visos del siguiente.

Cabe recordar en este sentido, por otra parte, la campaña que el comercio de Vilagarcía apoyará en demanda de más seguridad en las calles urbanas.

En el lado positivo es preciso hacer hincapié en la mejora que en las últimas horas ha experimentado la última víctima de un atropello en un paso de cebra.