"Los datos nos indican que caminar hoy por hoy en Vilagarcía es una auténtica odisea". El director de Sálvora, Manuel Portas, considera que la diminución del número de atropellos (escalofriante en lo que va de año) es posible si tanto desde la administración como por parte de los ciudadanos se toman una serie de medidas "sencillas".

Portas indica que, al margen de la necesidad evidente de que en Vilagarcía se ejecute un plan de reordenación del tráfico rodado, el gobierno local debería proponerse, de inmediato, ejecutar los pasos elevados prometidos desde el primer atropello mortal en el mes de mayo. Y la cosa no sólo queda ahí. Portas incide en que la señalización viaria "debe pintarse, iluminarse y anunciarse debidamente" e indica que "existen casos sangrantes en pasos de peatones como los de la avenida de A_Mariña, Rodrigo de Mendoza o Arzobispo Lago en los que los contenedores de basura están justo encima del paso de cebra impidiendo tanto la visibilidad para los peatones como para el conductor".

Portas reseña que, tal y como está concebido el tráfico en Vilagarcía, existen zonas en las que se obliga al peatón a infringir la ley como en la recta de Rubiáns "donde sólo hay tres pasos de cebra cuando es un vial en el que hay un cementerio, un tanatorio y numerosas empresas" y aclara que "el gobierno local también debe tener en cuenta la comodidad del ciudadano a la hora de colocar los pasos".

"Sin excusas"

Este director de autoescuela considera que "ni los trámites burocráticos ni el dinero son excusa para no actuar ya" . Portas recuerda que hace unos años en Cambados se vivió (salvando las distancias) una situación similar. Desde el Concello se puso en marcha una poderosa campaña de concienciación ciudadana con el reparto de folletos informativos y charlas entre las asociaciones de vecinos y los colegios de la localidad. Y_funcionó. El éxito, según Portas, fue rotundo y por ello invita a que el gobierno local tome ejemplo del municipio vecino para poner en marcha una campaña que "debe implicar a todos los sectores de la sociedad, pero principalmente a niños y mayores".

Portas señala que la acción de la administración debería centrarse tanto en los peatones como en los conductores. A los primeros los invita a "mirar siempre y comprobar que se les ha visto" y a utilizar "chaleco reflectante durante la noche". A los segundos: "circular con precaución y a velocidades mínimas en el casco urbano". De hecho, Portas no entiende como a día de hoy todavía no se ha establecido el límite de 30 kilómetros por hora en el centro. Y como no, una mayor presencia de los agentes de la Policía Local que "no sólo deben sancionar, sino también informar debidamente y concienciar a las personas". De hecho Manuel Portas lo tiene claro y recalca que "la sanción es un fracaso de la educación". Y por ahí, según él, pasa todo. Ahora sólo falta poner empeño desde las autoridades.