El edificio ubicado en la calle Agustín Romero que esta semana perdió varias losetas de su fachada podría enfrentarse a una sanción económica por parte del Concello vilagarciano. De momento no hay comunicación oficial al respecto, aunque sí existe una ordenanza municipal (que puede consultarse tanto en el propio Concello como en la página web del mismo) que obliga a los propietarios de los inmuebles a mantener cuidados los edificios, así como las fachadas de los mismos, con la finalidad de no provocar ningún daño o perjuicio para el tráfico rodado, como pudo ocurrir en este caso.

La sanción económica puede oscilar entre los 300 y los 3.000 euros dependiendo de si los propietarios cumplen, o no, con los requisitos fijados en la ordenanza.

Los bomberos del parque de Vilagarcía que el martes acudieron al citado inmueble a retirar losetas señalaron que la fachada estaba degradada y que, por lo tanto, es probable que con un fuerte viento o lluvias intensas la situación vuelva a repetirse.

Claves

La aplicación de la citada ordenanza no sólo incluye las fachadas revestidas de losetas, sino también cualquier elemento externo de las mismas como pueden ser las gárgolas, los aleros o incluso los escudos. En la norma municipal se especifica además que los responsables últimos de lo que ocurra en caso de desprendimiento serán los propietarios del inmueble aunque hay algunos casos en que incluso puede afectar al promotor de la obra.

El caso del edificio de Agustín Romero es susceptible de que se le pueda aplicar punto por punto la normativa. Si el Concello considera que el estado de la fachada supone algún peligro para la vía pública, puede exigir de inmediato a los propietarios la ejecución de trabajos de reparación que lo solventen o, si consideran que la gravedad es aún mayor, establecer una zona perimetral a su alrededor para evitar posibles perjuicios o tragedias.

Lo cierto es que la pertinente sanción económica no exime a los posibles infractores de que se les abra un expediente administrativo dependiendo de la gravedad y del deterioro del inmueble implicado, tal y como indica la ordenanza.

Las sanciones serán, en todo momento, coercitivas dado que la única finalidad que persiguen no es otra que la de obligar al propietario a la reparación o bien del edificio o, en este caso concreto, podría ser de la fachada.

Lo cierto es que el inmueble de Agustín Romero no es el único que, a día de hoy, evidencia un cierto desgaste en la fachada. Hace poco más de un mes, en la calle Juan Carlos I, sucedía algo similar en un edificio ubicado justo encima de dos pasos de peatones.

El desprendimiento de las losetas en este caso tampoco provocó ningún daño y tampoco hubo anuncio oficial por parte del Concello de una posible sanción. Eso sí, las losetas se repararon de inmediato.