La entrada al puerto de Vilagarcía está marcada por el arte. Desde ayer la "Rosa do Mar" brilla con luz propia en la punta del muelle de Ferrazo, recibiendo a los visitantes que entran por el mar a la rada arousana. La escultura de Xaquín Chaves, una metáfora del océano y del cielo, quedó formalmente inaugurada tras dos años de obras en el muelle vilagarciano.

"Gracias a los dioses por este momento" dijo el escultor en su discurso. Y es que el tiempo dio una tregua para que, a pesar del viento, los asistentes pudiesen disfrutar del momento de la inauguración. El primero en intervenir fue el presidente de la Autoridad Portuaria, Javier Gago, haciendo hincapié en el hecho de que la obra de Chaves "traspase la funcionalidad de ser una baliza para convertirse en arte". Gago señaló en su discurso que espera que la Rosa do Mar "se transforme en un elemento enriquecedor del patrimonio de Vilagarcía y de toda la ría de Arousa".

Pero las palabras más sentidas fueron las del padre de la obra. Xaquín Chaves no ocultó su satisfacción tras "más de dos años de trabajo" y se mostró agradecido a todo el equipo de técnicos que trabajó con él, codo con codo, para hacer posible una estructura de tanta envergadura.

Chaves aseguró que en su obra intentó reflejar, mediante el baile de las formas geométricas y simétricas, una metáfora del mar y del aire y dijo haber puesto en el proyecto "todo su conocimiento y su ambición".

Acabadas las intervenciones, se dio paso a un breve concierto de cuerda y después, los asistentes, entre los que estaban el ex presidente del puerto, Jesús Paz, impulsor en su día del proyecto, se trasladaron al edificio de la Autoridad para disfrutar de un aperitivo que puso el punto y final a la jornada. Ahora sólo queda que los visitantes disfruten de este peculiar "vigilante" del puerto.