La carretera que une Vilagarcía de Arousa y Caldas de Reis a través del monte de O Pousadoiro es una de las más peligrosas de O Salnés. Sus niveles de siniestralidad mortal no son elevados, pero sí que resultan frecuentes los accidentes con un balance de heridos leves o cuantiosos daños materiales.

Las pronunciadas pendientes de esta carretera -de hasta el seis por ciento-, el hecho de que describa un rosario casi interminable de curvas, y que el peralte en algunas de ellas no parezca el más adecuado, son algunos de los factores que, junto a la velocidad inapropiada o las distracciones de los conductores, parecen estar detrás de muchos accidentes. Pero hay otro: la lluvia.

Anteayer sábado, coincidiendo con la caída de una fina lluvia ya por la tarde, se registraron dos accidentes de tráfico en apenas dos horas en el mismo punto de la carretera. Afortunadamente, no se registraron heridos, pero los vehículos sí que resultaron dañados de consideración.

Ataque de ansiedad

El primero de los accidentes se registró el sábado sobre las 18,40 horas, cuando una mujer de unos treinta años de edad perdió el control de su vehículo y acabó en una cuneta de la carretera. Conducía un Fiat Stylo, y aunque el coche acabó bastante destrozado, ella salió ilesa. De todos modos, se avisó a la ambulancia de Protección Civil de Cambados, pues la mujer sufrió un ataque de ansiedad, aunque cuando llegó el personal sanitario la accidentada declinó ser trasladada a un centro médico.

Era la única ocupante del vehículo, y el accidente se registró pasando la rotonda del polígono industrial de O Pousadoiro, en dirección a Caldas, llegando ya al lugar de Saiar. Pero no fue el único accidente de la tarde en las curvas del monte. Poco después, sobre las 20 horas, los servicios de emergencias recibieron el aviso de que se había producido otra salia de vía en O Pousadoiro, aunque también sin heridos. Por ello, se cree que la lluvia pudo tener algo que ver con estos siniestros, al mojar el firme y hacerle perder adherencia.

La precaución al volante es, en cualquier caso, el mejor antídoto para prevenir accidentes en esta carretera. Y más ahora, que se encuentra en obras.

Conos de obra

Subiendo desde Vilagarcía, una vez se ha pasado la aldea de O Vento, la carretera se bifurca en tres carriles, uno de ellos para vehículos lentos. Pero éste está ahora mismo inhabilitado por conos y señales de obra, puesto que se está realizando una obra para la mejora del firme y la reducción de una curva.

Esto motiva que los vehículos tendrán que circular por una calzada más estrecha, y que deberán respetar las señales de obra, que obligan posteriormente a incorporarse de nuevo a la izquierda, antes de llegar a la rotonda del polígono industrial.