La cooperación entre países de la Unión Europea a la hora de luchar contra el crimen organizado fue la temática principal que centró las distintas ponencias de ayer. El secretario xeral de Relacións Exteriores de la Xunta, Julio Fernández Mato, fue el encargado de especificar las características concretas de los tratados europeos vigentes en la actualidad y que pretenden, según sus palabras, ahondar en los principios de "igualdad, seguridad y justicia".

Tanto Julio Fernández Mato como la directora del curso, Raquel Castillejo, ahondaron en las repercusiones (también negativas) del derecho a la libre circulación de personas por los países asociados. Castillejo reconoció ser "consciente" de la preocupación existente en la sociedad respecto a "bandas organizadas llegadas fundamentalmente de los países del Este". No obstante, señaló que la legislación vigente es "concreta y clara" en estos temas y que la cooperación ha permitido "avanzar mucho" respecto a la seguridad de todos.

Castillejo se remitió concretamente al Tratado de Lisboa que, pese a no estar aún en vigor, supone según ella "un paso cualitativo".

La profesora titular de la USC reconoció que "los actos delictivos no se están reduciendo, pero sí se están persiguiendo más aparte de que los castigos se están llevando a cabo".

La lucha contra el narcotráfico, especialmente significativa en tierras como las arousanas, tuvo una presencia testimonial en la mesa redonda de la tarde. El catedrático de Derecho Penal de la USC, José Manuel Lorenzo, explicó las características legales que regulan el tráfico ilícito de drogas, así como las penas y el grado de gravedad de cada una de las posibles actuaciones. Asimismo, señaló las divergencias existentes dentro del propio reglamento penal sobre los decomisos de bienes a narcotraficantes. La ausencia de Garzón en las jornadas impidió que se ahondase más en casos concretos y esperados como el de la Operación Nécora.