Decenas de personas se subieron ayer a un catamarán para sentir, en vivo y en directo, el camino que según las reseñas históricas recorrió el sarcófago del Apóstol Santiago de camino a Compostela. Sólo dos embarcaciones se hicieron ayer a la mar para participar en la vigesimocuarta edición del Remonte do Ulla, un acontecimiento que reúne cada año a personalidades destacadas del mundo social, cultural y político. Este año, la meteorología acompaña y, justo una semana antes de que Galicia se vuelque en el Día de Santiago, los viajeros recorrieron punto por punto cada una de las cruces de piedra que adornan los márgenes del Ulla desde Cortegada hasta Padrón. De todas formas, el periplo comenzó este año en Ribeira donde tuvo lugar la recepción de autoridades e invitados. La singladura comenzó en torno a las dos de la tarde con una apetecible travesía por las tranquilas aguas de la Ría. La isla vilagarciana de Cortegada sirvió como punto de encuentro para, en torno a las cuatro de la tarde, iniciar el remonte que llevó a todos los participantes hasta Pontecesures. Fue allí donde, como marca la tradición, se bendijeron las aguas para emprender, a continuación, el regreso a los distintos puntos de embarque.

Todos los participantes, tanto aquellos que son veteranos en el remonte como los primerizos, tuvieron la oportunidad de conocer de la boca del presidente de la Fundación da Ruta Xacobea, José Luis Sánchez-Agustino, la historia de esta curiosa iniciativa.

Repaso enciclopédico

La tradición se remonta de hecho al año 1963 y la idea se gestó en el seno de una Asamblea de Turismo con sede en A Toxa. Fue entonces cuando nació la iniciativa de colocar cruces de piedra por todo el cauce fluvial para marcar el camino que, según las Escrituras, habría recorrido el cadáver de Santiago Apóstol de camino a Compostela. Constituiría, por tanto, el principio y fin de todos los caminos que van a dar a Santiago. El éxito de la ruta, para dar a conocer estos prolegómenos, estaba asegurada. Una serie de vicisitudes hicieron que la iniciativa se congelase durante unos años para volver a ser recuperada en el 1989 y seguir su historia hasta la actualidad.

Incluso el Rey y ministros destacados disfrutaron otrora de este paseo por aguas arousanas.