Los responsables de Condes de Albarei firmarán el miércoles, día 16, el traspaso de propiedad del pazo de Baión, por lo que a partir de entonces tanto el edificio como las 22 hectáreas de viñedo con que cuenta la granja de Fontán pasarán a manos de esta cooperativa de Castrelo (Cambados).

De todos modos, desde Condes de Albarei pretenden organizar un gran acto social de "toma de posesión" del pazo, al que han invitado a destacadas personalidades de la política y de la lucha contra el narcotráfico. Esta celebración tendrá lugar justo una semana después, el día 23, y se espera que acudan a ella, entre otros, el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón y el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño.

Los nuevos propietarios del pazo de Baión también esperan contar ese día con destacados miembros de la Policía Nacional, la Guardia Civil y Aduanas, que son los tres cuerpos más directamente implicados en la represión del narcotráfico, así como de representantes de las asociaciones antidroga y del Fiscal Antidroga, Javier Zaragoza.

El pazo de Baión y las 22 hectáreas de su viñedo le fueron incautados en 1995 al matrimonio formado por el narcotraficante cambadés Laureano Oubiña y la ya fallecida Esther Lago, para que pudiesen hacer frente a la multa económica que se les impuso tras ser condenados por blanqueo de capitales.

Una decisión histórica que fue firmada precisamente por Baltasar Garzón y otro de los jueces más destacados de la Audiencia Nacional, Carlos Bueren. Garzón, que dirigió la mítica operación "Nécora" protagonizó otra de las imágenes legendarias de la lucha contra el narcotráfico en los años noventa del pasado siglo, cuando sobrevoló en su helicóptero la finca de Baión, entonces uno de los símbolos del imperio de Oubiña.

Condes de Albarei ganó la subasta que organizó el Plan Nacional sobre Drogas para decidir a los nuevos propietarios del pazo. Se presentaron al concurso cuatro empresas, y la oferta de Condes de Albarei fue la más alta, al elevar su propuesta hasta los 15 millones de euros. Además, deberán invertir entre seis y diez millones más para rehabilitar el pazo, que ahora mismo se encuentra en muy mal estado, y donde quieren habilitar un hotel y un salón de congresos.