Manuel Méndez / O Salnés

En los viñedos hay menos uva de la que sería deseable, y desde luego mucha menos de la que son capaces de producir las 20.788 parcelas inscritas en Rías Baixas, que ocupan 3.644 hectáreas de viñedo. Una mala brotación, unida a las adversas condiciones meteorológicas de la pasada primavera, condicionaron el desarrollo de las plantas y mermaron de forma considerable los racimos, de ahí que en el conjunto de la Denominación de Orixe se espere una cosecha "normal, tirando a floja".

A la espera de lo que ocurra en próximas semanas, que sin duda serán determinantes, todo indica que se recolectarán alrededor de 20 millones de kilos de uva, es decir, prácticamente lo mismo que el año pasado -habían sido 19 millones-, o puede que un poco más. No obstante, aunque ésta pueda parecer una buena cifra, no lo es, ya que el aumento de plantaciones, y sobre todo la existencia de viñedos jóvenes que entran este año en pleno ciclo productivo, deberían permitir elevar la recolección muy por encima de los 30 millones de kilogramos, una barrera que se rozó en el año 2006.

Cuando llegue septiembre se comprobará que ni de lejos se alcanzará esa cifra récord, y los 201 bodegueros y 6.583 viticultores inscritos en Rías Baixas tendrán que esperar mejores campañas.

No es extraño que los técnicos de campo, bodegueros, enólogos, viticultores y especialistas del Consello Regulador Rías Baixas y de la Estación Fitopatolóxica do Areeiro auguren una cosecha "simplemente normal", que incluso puede convertirse en horrible si de aquí a la vendimia llegan temperaturas extremadamente altas o lluvias exageradamente intensas y prolongadas.

Bouza do Rei

Isidoro Serantes, gerente de Bodegas Bouza do Rei, en Ribadumia, confirma que "la cosecha de este año en Rías Baixas apenas superará los 20 millones de kilos... puede ser ligeramente mejor que la del año pasado, pero aún así es un mal dato, porque con la cantidad de viñedo que hay ahora en producción tendrían que superarse los 30 millones".

Este bodeguero aclara que "nació poca uva y en primavera hubo jornadas de demasiado frío, lo que impidió el buen desarrollo del racimo, de ahí que ahora sea demasiado pequeño".

Jesús Paz, de la empresa Xestión e Servicios Vitivinícolas de Galicia, aclara que en la campaña actual se registraron "dos problemas fundamentales". Por un lado, "no hubo demasiado frío durante el invierno", a pesar de que en esa época del año es necesario para el correcto desarrollo del ciclo productivo.

Incluso sugiere que "en invierno es importante que se registren un mínimo de siete días seguidos con temperaturas inferiores a los 10 grados centígrados", ya que esto ayuda a que en cada brote o yema nazcan más racimos.

Por otra parte, la floración no fue buena, y además llovió intensamente durante este período, estropeando buena parte de esa flor e impidiendo así el nacimiento del fruto.

En dicha época, y por tales motivos, se registró lo que se llama "corrimiento de flor", y esto significa que los racimos, además de ser escasos, son más pequeños.

La recolección de 2008 "alcanzará niveles semejantes a los del año pasado, pero no puede hablarse de una buena cosecha", concluye Jesús Paz.

Consello Regulador

Fernando Vilariño, uno de los técnicos del Consello Regulador Rías Baixas, sabe que ahora mismo es precipitado sacar conclusiones, pues todo dependerá de lo que ocurra en próximas semanas, cuando el viñedo y la uva se estabilicen. Pero también sabe que "la cosecha será normal, oscilando entre los 18 millones y, quizás, los 22 millones de kilos de uva".

Este experto reconoce que Rías Baixas puede producir mucho más, y achaca la merma actual al "corrimiento de flor", explicando que las condiciones meteorológicas "fueron adversas en mayo", a causa de la excesiva lluvia y las altas temperaturas en pleno ciclo de floración y desarrollo del racimo. Esgrime Vilariño que el índice de fertilidad fue muy inferior a lo deseado, lo que supone que nacieron menos racimos. La buena noticia es que posteriormente no se registraron episodios especialmente graves de oidio, mildiu u otras plagas.

En la Estación Fitopatolóxica do Areeiro, que pertenece a la Diputación de Pontevedra y se ocupa del seguimiento y análisis de los viñedos de Rías Baixas, también hablan de una campaña 2007-2008 "normal" que se definirá a lo largo de este mes y el que viene, "pues un sol abrasador o lluvias incesantes pueden causar más problemas".

De ahí que los técnicos de O Areeiro recomienden a los viticultores y bodegueros "que no bajen la guardia". Sólo así podrán garantizarse una cosecha que sea, cuando menos, "normal". No puede esperarse más, "pues mucha gente perdió buena parte de su cosecha en primavera, que resultó muy complicada debido a la lluvia", concluyen en O Areeiro.