A. Martínez / O Grove

Sobre las once y media de la mañana de ayer, el teléfono de emergencias 112 recibió una llamada de un particular, avisando de que se había producido un vertido en una zona de baño de A Farruca, que es un arenal pegado al de A Barrosa, en San Vicente do Mar (O Grove).

Según el alertante, el agua se había vuelto de color rosa por culpa del vertido. Sin embargo, en el 112 sospecharon ya en ese primer momento que se trataba de los efectos causados por la acumulación de algas, que estos días ya tiñeron otras aguas de baño en Raxó (Poio), Sanxenxo y Bueu. Aún así, dieron aviso a Salvamento Marítimo y al servicio de Guardacostas, que enviaron una embarcación a la zona para tomar muestras, que posteriormente deberán ser analizadas por el Intecmar de Vilaxoán.

Sin embargo, el efecto en la playa de A Farruca duró poco, y sobre las 13 horas la mancha ya no se apreciaba a simple vista. Donde sí se podía ver con claridad a primera hora de la tarde fue en el puerto deportivo de Pedras Negras, también en el municipio de O Grove.

Estas algas ya se han dejado notar en otras zonas costeras. En el caso de Poio, los socorristas de las playas afectadas hicieron ondear la bandera amarilla, con la que se pide precaución a los bañistas, aunque el Concello explicó que el alga mayoritaria en estas mareas rojas, la "noctiluca scintillans" es inofensiva y que este fenómeno se repite cada cierto tiempo en aguas de cualquier parte del mundo.

En el caso de las gallegas, si bien tampoco es algo habitual, este fenómeno se da entre finales de junio y principios de julio.

Los técnicos afirman que la coloración del agua se conoce como "purga de mar", y que es el resultado de la acumulación en una zona concreta de unos 300 tipos de microalgas. Parece ser que el fenómeno se produce cuando sopla el viento y enfría la capa superficial del agua, con lo que las algas emergen del fondo, y en verano, que es cuando el agua está más caliente, lo que facilita la reproducción de este tipo de algas microscópicas. Los bañistas no corren peligro, ni siquiera si entran en contacto con el agua colorada.