Nuevo capítulo en el culebrón del Centro de Tecnificación de Vela de Vilagarcía. Cuando todo parecía zanjado para mal y desde el ayuntamiento aseguraban que no habría superficie en el nuevo centro para la escuela municipal, desde Ravella han levantado de nuevo la liebre asegurando que mantienen contactos con la administración para reanudar las negociaciones.

Pero esa no es la versión que comparten en San Caetano, y es que la actitud del gobierno local y de la concejala de Deportes, Victoria Hierro, ha molestado bastante en las oficinas de la Xunta. El desacuerdo con los pagos (el ente autonómico reclama 500.000 euros mientras el ayuntamiento dice que deberían pagar 125.000) y sobre todo las formas con las que se hizo público no han caído bien en la administración gallega.

Desde la Xunta dijeron en su día que no entendían cómo, después de tantas reuniones, la concejala de deportes efectuaba una simple llamada telefónica cinco minutos antes de la comparecencia ante la prensa para dar a conocer su postura contraria. Y este no entender se manifiesta ahora que la voluntad del gobierno local es conseguir de nuevo el ansiado espacio para la escuela municipal de vela.

Así las cosas, la construcción del edificio del Centro de Tecnificación de la Xunta continúa adelante y durante esta semana se procedió a la instalación de las cristaleras, con lo que el centro parece que estará terminado en las próximas semanas. De hecho, para el próximo mes de agosto la Federación Gallega de Vela tiene programada una especie de concentración de las regatistas de toda la comunidad para dar por iniciado el disfrute de las nuevas instalaciones.

Lo que a estas alturas continúa sin aclarar es si la escuela municipal podrá instalarse ocupando una cuarta parte del nuevo edificio o por el contrario deberá seguir colocada en su lugar habitual.

De cumplirse este segundo pronóstico, Vilagarcía albergará unas instalaciones autonómicas en unos terrenos cedidos de forma gratuita en su día por la Autoridad Portuaria pero que no revertirá de forma alguna sobre la ciudad. Y a pocas semanas de que se termine la obra, las negociaciones siguen bloqueadas.