Dirigentes de distintas asociaciones mejilloneras se reunieron ayer en el edificio Mexillón de Galicia, en Vilagarcía, para abordar el enésimo intento por crear una central de cobros única, es decir, un órgano que regule los precios y establezca controles de calidad en los muelles, independientemente de la organización a la que pertenezca el molusco.

Evidentemente no se tomó ningún acuerdo, y será muy difícil que se logre, sobre todo mientras no se coloque en el mercado todo el mejillón en stock y no se produzca el molusco pequeño que demandan las fábricas, saturadas ya por el mediano y el grande.

Pero al menos en la reunión de ayer las partes se comprometieron a estudiar la propuesta, y alguna entidad concreta, como Virxe do Rosario, incluso dijo ya que está a favor de cualquier sistema que garantice la calidad del producto y mantenga "unos precios dignos", pues los actuales están a niveles de hace una década.

La propuesta presentada a debate plantea ejecutar pedidos, ventas, cobros y pagos a través de las organizaciones, "centralizando las ventas" en las propias entidades y "cortando de raíz" a los productores que quieran vender producto por su cuenta. A esto se suma "un control cruzado entre todas las organizaciones" y designar "un equipo de gente que nombre a los controladores para cada descarga en muelle, indicando horas y lugares". La tercera propuesta es "unificar precios y piezas" en cada tipo de mejillón.

Celebrar reuniones semanales "para valorar los problemas que puedan surgir puntualmente" -como toxinas y desoves- y para "revisar las ventas de cada organización" buscando "puntos de acuerdo para equilibrar esas ventas y que el sistema no rompa", son otras claves de esta nueva declaración de intenciones.