Ocho años de prisión. Esta es la pena que aceptó ayer José Luís Bernárdez Falcón tras reconocer ser el autor de los dos disparos que recibió un taxista de Vilagarcía, Juan Jesús Oliveira Platis, en agosto de 2006.

Tras confesarse autor de los hechos, el acusado logró reducir sensiblemente la petición de pena que inicialmente formulaba la Fiscalía y que en un primer momento ascendía a 9 años, 11 meses y 29 días de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa y otros tres años de cárcel por tenencia ilícita de armas. Finalmente, la condena será de seis años por el primero de los ilícitos y de dos por el segundo.

Durante el juicio que se celebró ayer en la Sección Segunda de al Audiencia de Pontevedra, Bernárdez Falcón reconoció que sobre las 23,50 horas del 14 de agosto de 2006, en plenas fiestas patronales en Vilagarcía, el acusado solicitó los servicios del taxi que conducía Juan Jesús Oliveira Platis delante de la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Arealonga y le pidió que lo llevase hasta O Sixto.

El procesado se situó en el asiento delantero y cuando el vehículo transitaba por el cambio de rasante ubicado ante el cruce que sube al monte Lobeira, Bernárdez Falcón sacó del bolso un revólver y encañonó al conductor del taxi apuntando con el arma hacia su cabeza. La reacción del autopatrono fue la de soltar el volante e intentar arrebatar el arma al acusado, forcejeando con él, quien disparó en una primera ocasión sin alcanzar a Oliveira.

Como consecuencia del enfrentamiento entre ambos, el taxi colisionó contra un muro situado en el margen izquierdo de la calzada y se detuvo, saliendo el acusado por la puerta del acompañante. Ayer reconoció que, cuando la víctima intentaba salir también por esta misma puerta, le apuntó con el revólver a la cabeza y le disparó en una primera ocasión, alcanzándole en la frente, para luego volver a detonar su arma, lo que provocó un nuevo impacto en las cervicales del taxista. De inmediato, el procesado se dio a la fuga al percatarse de que se aproximaban varios vehículos por la carretera.

A partir de ahí, José Luis Bernárdez protagonizó una espectacular huida que le llevó a eludir el cerco que tendía sobre él la Policía al menos en dos ocasiones.

Su primer encontronazo con las fuerzas del orden fue sólo horas después de disparar a su víctima, cuando se encontraba en las inmediaciones de la aldea de Cuiña. Cuando fue identificado por los agentes, éste les lanzó un bolso en cuyo interior se hallaba el revólver con el que realizó los disparos y logró huir. El arma tenía seis cartuchos en el tambor, de los cuales tres estaban ya percutidos.

Casi un mes después, sobre las 21,40 horas del 19 de septiembre, el procesado fue localizado en un piso de la Travesía de Vigo en la ciudad olívica. Cuando los policías entraban en el edificio, el acusado logró escapar a través de una ventana del patio trasero, a pesar de que se encontraba escondido en un sexto piso.

A pesar de la gravedad de las heridas el taxista que resultó herido logró salvar la vida.