Javier Blanco es presidente de la Asociación de Mexilloeiros Virxe do Rosario, con sede en Vilaxoán (Vilagarcía). Pero es, también, cabeza visible de un movimiento creado en el sector productivo para plantar cara a la Lei de Pesca de Galicia que redacta la consellería. Se desmarcó de la comisión negociadora que representa a la mayoría del sector y en la que se integran las principales agrupaciones, y desde que inició la guerra por su cuenta ha recabado apoyos de socios de otras entidades, hasta el punto de que en la actualidad dice que "están formalmente en contra de la nueva ley los titulares de 850 bateas gallegas, y hay muchos más que piensan lo mismo".

Su pelea es conocida: quiere que en el articulado se reconozca el derecho de los bateeiros a seguir siendo los titulares de sus concesiones cuando éstas lleguen a su caducidad, al cabo de tres períodos prorrogables de diez años cada uno. La consellería y la comisión negociadora sostienen que debe hacerse un concurso para renovar esas concesiones y que la Unión Europea impide que se incluyan de antemano baremos que primen a los ya concesionarios. Pero Blanco y quienes lo arropan citan como ejemplo una ley de Murcia en la que sí se garantizó desde el principio que las bateas "caducadas" puedan seguir en manos de sus dueños.

- Hace días se informó de la existencia de un informe elaborado por un catedrático de prestigio que demostraría la posibilidad de conseguir una ley adaptada a lo que ustedes demandan.

- Tenemos conocimiento de ese informe, que curiosamente fue encargado por la comisión negociadora y, sin embargo, nos da la razón a nosotros. En él se manifiesta que lo que sostienen la consellería y la citada comisión no es cierto, es decir, con el anteproyecto no se ha alcanzado el máximo legal posible en cuanto a renovación de las actuales concesiones, lo cual significa que aún puede garantizarse el futuro de los bateeiros sin vulnerar ninguna otra ley estatal ni europea.

- Pero eso parece carente de sentido... Si la consellería y la comisión colaboran se supone que es para lograr la mejor legislación posible.

- Esa es la teoría, pero la realidad es que quizás la consellería y la comisión no están trabajando para alcanzar lo máximo y lo mejor para los actuales concesionarios.

- ¿A qué se refiere?

- A mi juicio puede que desde Pesca se esté fomentando la entrada en el sector de grandes empresas, sin descartar la colocación de jaulas para el cultivo de peces dentro de las rías. Y hay determinados apartados de la nueva ley que hablan precisamente de la esas jaulas y tampoco están claros.

- Siendo así la comisión de mejilloneros tendría algo que decir....

- Lo que está haciendo esa comisión es inexplicable, y quizás por eso no ofrecen a sus socios todas las explicaciones que deberían dar.

- Esa es su opinión, pero la consellería y la comisión insisten en que están defendiendo al conjunto del sector productor y piden que los "bateeiros" estén tranquilos.

- Eso es, sencillamente, tratar de confundir a la gente. Estoy seguro de que a ni uno solo de los concesionarios actuales le tranquiliza el saber que su batea puede quedar en manos de su vecino, aún garantizando que éste también sea bateeiro para que así el parque siga perteneciendo al sector. Lo que verdaderamente quiere oir el productor es que se garantiza que su concesión, la que está trabajando y en la que ha invertido tanto esfuerzo y dinero, va a seguir en sus manos.

- Se dice que los mejilloneros tienen cada vez más gastos y menos ingresos. ¿Cuál es su opinión al respecto?

- Creo que la situación es crítica, pues estamos sufriendo una pérdida de poder adquisitivo evidente en los últimos años, y todo porque subió el combustible y las inversiones en maquinaria, barcos y bateas se dispararon. Pero el mejillón se sigue vendiendo al precio que tenía hace más de una década. Nunca antes este sector había estado en una situación tan delicada como ésta.

- Quizás también a causa de la desunión interna, la desmembración progresiva y los enfrentamientos constantes en el propio sector....

- Es evidente que eso también influye, y mucho. Y más después de que alguna asociación productora quisiera cerrar el ciclo de la comercialización, tanto en fresco como para fábrica, contribuyendo así a crear una brecha interna aún mayor. Pero también hay que tener presente la crisis que están atravesando muchos de nuestros clientes, como fábricas conserveras y depuradoras donde también se padece, y de qué manera, la actual desaceleración económica.

- ¿Las disputas internas pueden superarse?

- Creo que esta brecha organizativa irá a más, pues las inversiones realizadas por las distintas agrupaciones, así como los acuerdos tomados con sus clientes, van a impedir acuerdos a corto plazo. Este año va a ser muy duro, y la prueba es que las ventas de los primeros cinco meses están siendo muy inferiores a las de ejercicios anteriores. Incluso hay clientes que anuncian que este año no van a cocer mejillón de determinada categoría porque tienen un gran stock acumulado.

- En caso de ser cierta la crisis que el sector dice atravesar, ¿puede hacer algo al respecto la Administración?

- Por supuesto, y lo sorprendente es que se dejaran de utilizar 131 millones de euros del presupuesto de la consellería cuando los sectores del mar pasan sus peores momentos. Ese dinero pudo ayudar a mitigar la crisis haciendo un exhaustivo control de las importaciones que llegan desde paises como Chile o China, además de servir para organizar campañas promocionales y aplicar métodos que aumenten el valor añadido de los productos del mar. Sí, la Administración puede y debe ayudar al conjunto de los sectores extractivos.

- ¿Y el Consello Regulador Mexillón de Galicia? Es un órgano nacido para mejorar al sector y aplicar la Denominación de Origen Protegida (DOP), pero hay situaciones y momentos en los que parece tener un papel decorativo.

- El Consello también puede contribuir a mitigar los efectos negativos de esta crisis, pero está cometiendo muchos errores. Su presidente incluso manifestó que la DOP abarca también al mejillón transformado y a la conserva, cuando en realidad estas modalidades, aunque podrán hacer uso del reglamento DOP, no quedan amparadas por esa marca de origen y calidad. De ser así tendrían voz y voto en el consejo de administración, en lugar de figurar como meros asesores. El Consello puede ayudar a potenciar este sector, pero para eso necesita a otros dirigentes.

- Es usted muy pesimista. ¿Qué diría a sus compañeros de profesión?

- Que lo único que busca Virxe do Rosario es alcanzar lo mejor para el sector... Eso es lo que deberían hacer los demás.

- Usted participó en las reuniones del sector para consensuar alegaciones y colaborar con la consellería en la redacción de la nueva ley. ¿Por qué abandonó esa línea de acción y la comisión en la que están Opmega, Agame, Federación Norte, Illa, Amegrove y Consello Regulador?

- Decidimos abandonar esa comisión cuando desde la Consellería de Pesca se aseguró que en el articulado de la nueva ley no puede contemplarse la renovación de las concesiones en beneficio de sus actuales concesionarios. E incluso se nos dio un ultimátum: o en 48 horas aceptábamos la propuesta de la consellería o la nueva ley sería más perjudicial para todos. Mi pregunta es: ¿Qué puede ser peor para un bateeiro que perder su batea?

- Y emprendieron la "cruzada" en solitario. ¿Por qué la decisión de pedir el apoyo de los plenos?

- Porque el nuestro es un sector fundamental para la economía de Galicia, y especialmente en los municipios costeros. Lo que quisimos fue recabar el mayor número posible de apoyos y, mediante mociones, dar a conocer nuestra demanda, es decir, demostrar que en la nueva ley puede conseguirse mucho más, y eso pasa por incluir artículos que garanticen expresa y literalmente la continuidad de las concesiones en manos de sus actuales titulares. Tengo que decir que estoy muy satisfecho del resultado obtenido tanto en los plenos como en las reuniones que mantuvimos con los grupos parlamentarios. Estamos especialmente contentos por el apoyo de los concellos de Vilanova y Cambados a través del PP y el BNG, al igual que debemos destacar el apoyo unánime que nos dio la corporación de Vilagarcía, donde incluso el PSOE votó a favor.

- ¿Y eso les sorprendió?

- No, lo que nos sorprendió es que los socialistas de otros concellos votaran en contra, negándose así a respaldar a los vecinos de sus municipios, donde el sector mejillonero tiene una enorme trascendencia. Por eso tiene más mérito aún la valentía de los concejales del PSOE de Vilagarcía, los cuales parecen hechos de madera noble, algo que no puedo decir de los de Cambados y Vilanova, que semejan de contrachapado.

- Hay quien dice que usted está politizando esto.

- Nos hemos reunido con todos los grupos y dimos la misma importancia a todos. No soy yo el que ocupa cargos políticos o tiene carné de militante. Son otros los que politizan al sector.