Efectivos de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Vilagarcía han imputado en un atraco ocurrido el pasado lunes a una pareja de vecinos del municipio que en 2002 ya se habían visto envueltos en un caso de extorsión. Entonces se les acusó de retener contra su voluntad a un hombre que, según su propia declaración, había contratado a la detenida para mantener relaciones sexuales con ella y al que habrían sustraído varias pertenencias.

En esta ocasión, la policía los imputa en un robo con intimidación ocurrido en pleno casco urbano, aunque la mujer no llegó a ser detenida al confesarse autor de los hechos su compañero sentimental, de 36 años de edad, que responde a las iniciales V.M.B.L. Su víctima se personó en Comisaría el martes para denunciar que, la víspera, un individuo que iba acompañado de una mujer le había amenazado esgrimiendo una navaja oculta en el interior de su manga, para exigirle que le entregase todo el dinero que llevaba encima, logrando arrebatarle 100 euros.

Las primeras investigaciones realizadas por los agentes posibilitaron localizar a la mujer, que tras prestar declaración como imputada quedó en libertad. Momentos más tarde, era detenido su compañero, que el miércoles pasó a disposición del juzgado número 1 de Vilagarcía cuya titular le dejó en libertad con cargos.

Ambos tenían numerosos antecedentes, la mayoría por delitos contra el patrimonio. En el año 2002 se les consideró coautores de la extorsión sufrida por el presunto cliente de la mujer. Los hechos ocurrieron a principios de julio. Siempre según la información manejada entonces, la víctima recogió en su automóvil a la joven que en aquella época solía ofrecer sus servicios en la calle Rosalía de Castro. Ella lo condujo a un piso en el que también se encontraba V.M.B.L. quién, al parecer fingiendo una escena de celos, le puso un cuchillo en el cuello causándole una pequeña herida, y le exigió "como compensación" por su acercamiento a su mujer, que le hiciese entrega de varias de sus pertenencias: una cadena, una medalla de oro, un teléfono móvil y dinero en efectivo. Y hasta que no lo hizo, después de varias horas, lo mantuvo retenido en el piso. La Subdelegación confirmaba entonces su temor a que no fuese la primera vez que la pareja lograba con idéntico numerito extorsionar a "clientes" de la mujer que después no denunciaban por razones obvias.

Unos días después, el 15 de julio de 2002, la vilagarciana denunció a su pareja alegando que la maltrataba para obligarla a robar y a prostituirse.

Aseguraba que la obligaba a llevar a clientes a su piso y después irrumpía en él montando el número de marido celoso, llegando a pegarle delante del atracado.

Ahora, de nuevo ambos se ven imputados en un presunto atraco con navaja. El detenido alegó ante el juez que la víctima le debía dinero a su pareja.