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Entrevista | Cristina Andreu Directora de cine y televisión

«Las mujeres no existíamos ni en el cine ni en el audiovisual»

Cristina Andreu cuenta con una amplia trayectoria profesional. Desde dirigir el largometraje ‘Brumal’, pasando por los inicios de Canal+ hasta ser profesora de cine y televisión, es una experta en documentales.

Cristina Andreu, directora de cine.

Cristina Andreu, directora de cine. / Gustavo Santos

Pontevedra

Noviembre comenzó en Pontevedra con el ciclo de cine Pioneras, como parte de la programación previa de los Premios Feroz 2026. La actividad incluye varias proyecciones de películas y coloquios con reconocidas mujeres del mundo del cine, como Cristina Andreu, directora de la película ‘Brumal’ que le supuso la nominación al Goya a la Mejor dirección novel. Además, Andreu fue directora de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA).

¿Cuándo se da cuenta de que le gustaría ser directora de cine?

Me di cuenta muy pronto. A lo mejor no estaba tan segura de que quería ser directora, pero desde el principio sabía que quería trabajar en el cine. Cuando estaba estudiando y hacíamos cortos, me daba cuenta de que yo, que era una persona muy nerviosa y tímida, de pronto se me pasaba. Es decir, tenía muy claro lo que quería contar y ahí me di cuenta de que era donde me sentía mejor.

¿Qué significó para usted dirigir su primer largometraje?

Fue increíble, con lo joven que era… Tenía 26 años, pero creo que fui un poco arriesgada e inconsciente, porque ‘Brumal’ es una película difícil. Está basada en el relato de ‘Los altillos de Brumal’, de Cristina Fernández Cubas. En ese momento, fui muy valiente y tenía mucha seguridad en mí misma, cosa que no tengo ahora. Por desgracia, con la edad te vas echando para atrás y tienes más miedos.

En cuanto al proceso creativo de Brumal, ¿qué le llamó la atención del libro de Cristina Fernandez en el que se inspira?

Había dirigido antes un capítulo de una película de sketches y de pronto pensé que era bueno tener un soporte narrativo y no ser yo la única autora del guion, en eso no me sentía tan valiente. Entonces, releí el libro, conseguí el teléfono de Cristina, quedé con ella y le dije que me gustaba mucho el cuento sin saber exactamente por qué, y no te lo podría decir todavía, porque si ves la película aún hay muchas cosas que se escapan, que están en el mundo de lo fantástico. Me gustaba mucho esa niña, y luego joven, que encontraba que no estaba en el lugar donde estaba bien. Yo creo que me sentía así.

Si volvieses a escribir hoy Brumal, ¿cambiaría algo?

Sí cambiaría, sí. Sería más exigente, necesitaría más presupuesto y corregiría algunos problemas de casting sobre elecciones que no pudieron ser. Me faltaba experiencia. Echo de menos no haber tenido la experiencia que tengo ahora para hacer esa película.

¿Cómo surge la CIMA?

La fundamos en el 2006. Ahí me llaman unas amigas directoras de cine. Yo después de ‘Brumal’ ya no trabajé en el cine. Lo intentaba, pero tuve la suerte de empezar a trabajar en Canal+, que era una televisión donde podías hacer muchísimas cosas y desarrollar tu lado creativo, y no podía estar esperando que saliera otra película, tenía un hijo pequeño y lo tuve que mantener. Siempre trabajé, hice muchos documentales. Por esto, la CIMA es Mujeres Cineastas y de los Medios Audiovisuales, porque dije que había que englobar a todas las mujeres, no solamente a las del cine. Me acuerdo del primer congreso que organizamos al que empezaron a venir muchas mujeres, creo que ha sido un referente absoluto. Ahora hay muchas mujeres directoras y cineastas y creo que es absolutamente gracias a CIMA.

¿Cómo ha evolucionado el papel de la mujer en el sector?

Me acuerdo de una reunión en la que solo recuerdo ver a hombres que me decían que no conocían ninguna compositora mujer buena, que no tenían talento. Les dije que cómo sabían si tenían talento o no si no las contrataban. Entonces, a raíz de ahí, empezaron a hacerlo. Ahora resulta que tienen muchísimo talento y ganan Goyas. La evolución ha sido increíble, hemos avanzado mucho, pero hay que seguir sin parar. Todavía no hemos llegado a la igualdad, pero ha habido un cambio impresionante gracias a las cuotas y a las ayudas selectivas generales del Ministerio de Cultura. Las mujeres no existíamos ni en el cine ni en el audiovisual.

¿Qué retos están pendientes todavía?

Hay muchos retos. Una cosa que me preocupa es que la Ley de Cine no ha salido y no sé si va a salir en la legislatura. Si no tenemos una ley, esas cuotas no están asentadas. Las mujeres ya conocidas no creo que diesen marcha atrás, pero me preocupan las nuevas directoras si no hay una ley que las ampare.

Ha impartido clases de cine y televisión, ¿que destacaría de esta etapa?

Me impresionaba mucho observar que en casa no veían los documentales o series de televisión, no les gustaban, pero en clase quedaban maravillados y decían que eran muy buenas. Creo que no estar educados en el audiovisual hace que no le den una oportunidad. Me parece terrible en este país que el cine no sea una asignatura más, hay películas que se tienen que ver.

¿Qué titular le gustaría leer dentro de diez años sobre el cine y las mujeres?

Que fuese tan normal la igualdad entre hombres y mujeres en el cine que no hiciera falta un titular sobre eso, sino que a todo el mundo le pareciese estupendo ver películas dirigidas y contadas por mujeres de la misma manera.

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