La continuidad del asilo de Caldas, en el aire: las monjas abandonarán su gestión
La Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados informa al Concello de sus intenciones, aún sin un calendario cerrado
El gobierno local ya busca alternativas

Visita del alcalde de este martes al asilo, con el coro de jubilados / FdV
N. D.
En medio de la proliferación de residencias privadas de la tercera edad en toda la comarca, las congregaciones religiosas que gestionan los asilos tradicionales abandonan gradualmente esta actividad. Ocurrió con el de Pontevedra en 2012 y recientemente en Cambados. Ahora, la continuidad del asilo de Caldas de Reis parece amenazada después de que la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados comunicara por carta al Concello su intención de cesar en la gestión y dirección de las instalaciones.
Así lo desveló este martes el alcalde, Jacobo Pérez, que ya ha encargado un estudio para buscar alternativas que permitan mantener abierto este servicio. Lo ha hecho durante una visita al asilo, donde miembros de la Coral de la Asociación de Xubilados e Pensionistas ofrecieron una actuación.
El regidor destaca la «importancia y la trascendencia que tiene para Caldas el servicio que se lleva a cabo en estas dependencias, que llevan operativas mas de 130 años y que actualmente cuentan con más de 70 usuarios, que son atendidas por 36 trabajadoras».
Pérez Gulín señala que el Asilo «es un referente no solo para nosotros, sino para toda la comarca por la labor que realiza. Además de velar por el bienestar de cerca de 80 personas mayores, también genera puestos de trabajo».
Por ello, la amenaza de posible cierre ha caído como un jarro de agua fría en el Concello, que ya ha encargado a los técnicos municipales la elaboración de un informe en el que figuren los pasos a seguir para que el servicio continúe operativo. «Actuaremos con responsabilidad y transparencia», garantizó Jacobo Pérez, que también ha previsto mantener reuniones con las personas responsables y las trabajadoras del Asilo, el fin de conocer sus inquietudes y de buscar la manera de encontrar una solución que satisfaga a las partes implicadas».
Desde el gobierno local también se agradece la colaboración y la labor llevada a cabo por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados a lo largo de todos estos años. «Durante todo ese tiempo, su entrega y vocación de servicio fueron un ejemplo y un pilar para fundamental en el cuidado de las personas mayores», afirmó Jacobo Pérez.
La residencia fue inaugurada en el año 1887 y, desde entonces, prestó este servicio, «superando en diferentes momentos grandes dificultades y sobreponiéndose a sucesos como el incendio que se registró apenas dos años después de su inauguración», recuerda el Concello.
El alcalde también quiso expresar su agradecimiento y reconocimiento a la madre superiora, «cuyo trabajo y dedicación llevado a cabo durante prácticamente los últimos seis años permitió que el centro creciera, incrementando el número de trabajadoras y consolidando aún más la importancia del asilo para nuestra comarca».
Jacobo Pérez admitió ayer que no había un calendario definitivo para la marcha de la congregación, lo que supondría el cierre del asilo. Explicó que las monjas «no marcan plazo, solo comunican su decisión. Los plazos los marcarían en todo caso los procesos que haya que hacer administrativamente y no será rápido porque la burocracia que esta decisión implica es bastante compleja». Insiste en que «haremos todo lo posible para que se mantenga la residencia y todos los puestos de trabajo».
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