Tres obras que suman más de diez millones permitirán ultimar el saneamiento de la ría
La Xunta trata de acelerar el colector del río Lameira, en Marín, adjudica el tanque de tormentas de Poio y aspira a licitar este año el proyecto de Cocheras, en Lourizán | 2027, horizonte de un plan que comenzó hace cinco años

Vista aérea de la depuradora de Praceres. | FdV
Hace cinco años, en 2020, Augas de Galicia comenzaba las obras para mejorar el sistema de tratamiento de aguas de la depuradora de Praceres y el plan para instalar un nuevo emisario submarino. Se daba así el pistoletazo de salida para cumplir las sentencias europeas que obligaban a mejorar el saneamiento de la ría. Un lustro después, esas dos principales obras, por más de 30 millones, ya están en servicio, pero no está todo acabado.
En paralelo a aquellos proyectos, Augas de Galicia presentaba un decálogo de obras complementarias, en Pontevedra, Marín y Poio que, a día de hoy, solo una está en plena ejecución. Se trata del nuevo colector de margen del río Lameira, en Marín, en obras desde hace meses y que la Xunta espera terminar en 2026.
La lista incluye también la mejora del colector y bombeo de Cocheras, en Lourizán, uno de los «puntos negros» de la ría, ya que se producen vertidos periódicos y genera las quejas de las mariscadoras. En 2021 se adjudicó la redacción de un proyecto, y ahora se apunta a que la ejecución podría licitarse este año.
También figuraban dos obras en Poio, en especial un depósito de retención o tanque de tormentas en A Seca. En su caso, ya se ha adjudicado la obra. Las tres suman algo más de diez millones y su conclusión, en el horizonte de 2027, permitirían ultimar el saneamiento de la ría.
Aquel decálogo incluía otras actuaciones como un sistema de regulación en O Burgo (Pontevedra), otra en la cabecera del colector del río de Os Gafos en Vilaboa, y dos más ten su cauce en O Marco y Ponte do Couto, y, un nuevo bombeo en Mogor (Marín), así como un colector general en la Xunqueira de Alba. En estros casos no hubo avances, si bien la Xunta supeditaba estas actuaciones a la «colaboración» municipal.
En todo caso, el colector del Lameira está en obras y Cocheras podría hacerlo el próximo año, al igual que el tanque de retención de A Seca, ya adjudicado.
Ofertas
En el verano de 2027, si no hay sorpresas, Augas de Galicia tendrá en marcha esta nueva y compleja fase para el saneamiento de la ría, la que se desarrollará en la zona de Campelo y A Seca. Hace varias semanas la Xunta seleccionó una oferta de la empresa Civis Global para ejecutar este depósito de retención (o tanque de tormentas) por 2.289.000 euros, que incluye también un nuevo bombeo en Campelo.
Se trata del desarrollo de un convenio firmado en octubre pasado entre la Xunta y el Concello de Poio, por importe de 4,03 millones de euros «para optimizar la red de saneamiento municipal y contribuir, de este modo, a incrementar la calidad de las aguas de la ría de Pontevedra, reduciendo los alivios procedentes de este municipio», según se detalla en el citado acuerdo. La licitación se abrió en marzo, hace cinco meses.
El horizonte para concluir estas obras se sitúa en el año 2027 y se financian con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder 2021-2027), mientras que el Concello de Poio debe aportar 402.000 euros. De todos los trabajos previstos, la obra central consistirá en la ejecución de un depósito de retención de agua (tanque de tormentas) previo al bombeo de A Seca, una infraestructura que la Consellería de Medio Ambiente califica del «clave para optimizar todo el sistema, ya que su función es almacenar las primeras aguas de lluvia, que son las que arrastran toda la suciedad acumulada en las calles y en el asfalto, y evitar así que se alivien directamente».
Municipio de Poio
También se renovarán los bombeos del puerto de Campelo y Mirador y se completará la adecuación del bombeo de Froiz para mejorar su funcionamiento. La documentación técnica se explica que el bombeo de A Seca «gestiona, además de las aguas fecales de la estación de bombeo de Combarro y Seara, las aguas fecales de la zona urbana de A Seca y los núcleos rurales de la parte alta, enviándolas a un colector principal que las conduce hasta la estación de bombeo del puerto de Campelo. Por su parte este último gestiona, además de las aguas fecales de la estación de bombeo de A Seca y Ostreira, las aguas fecales de la zona urbana y rural de Campelo y las envía hasta la estación de bombeo de Mirador que las impulsa a su vez hasta el colector principal que discurre por la parte baja del núcleo de Lourido y que las conduce hasta la estación de bombeo de Froiz».
Indica que «en tiempo de lluvia, el bombeo existente no tiene capacidad suficiente para bombear todo el caudal que recibe por lo que se producen alivios al medio». Subraya que «en este sistema la problemática se centra en los siguientes aspectos: excesos de caudales en la red por intrusión de agua de mar; alivios en tiempo de lluvia debido a que se trata de redes parcialmente unitarias; e infiltración», por lo que el objetivo es «reducir el volumen de alivios mediante la ejecución de un depósito de retención previo al bombeo de A Seca, integrando este en la nueva instalación y demoliendo el existente; la renovación de los bombeos de Porto Campelo y Mirador» y el tanque de tormentas, un «depósito de retención con una capacidad útil de 500 metros cúbicos, previo al bombeo, que permita laminar los caudales punta que recibe el bombeo de A Seca, reduciendo el volumen de alivios. Además, se propone la rehabilitación o renovación del bombeo existente, con una capacidad equivalente a la actual».
Tres depuradoras: Paxariñas, en obras; Barro, adjudicada, y Praceres, con ampliación en estudio
En paralelo a las obras de la Xunta, la empresa pública estatal Acuaes planifica para finales de este año la conclusión de su plan de saneamiento de la ría en la orilla norte, que abarca Sanxenxo y parte de Poio, en la zona de Raxó y Samieira y que incluye la ampliación de la depuradora Paxariñas.Por su parte, Augas de Galicia dispone desde 2022 de informe de impacto ambiental para el gran proyecto pendiente: la ampliación de la depuradora de Praceres, una ampliación que triplicará la superficie actual del complejo, al pasar de 13.750 a 40.950 metros cuadrados, en su mayor parte ocupando terrenos de la actual concesión de Ence. Según aquel viejo informe ambiental, «en los términos expuestos en este documento, no son previsibles afectaciones ambientales significativas y por tanto no se considera necesario someter el proyecto a la evaluación de impacto ambiental ordinario».Asimismo, la Xunta tiene pendiente de adjudicación definitiva otro proyecto de saneamiento en la comarca. Se trata de las obras para la depuradora de Barro, fruto de un convenio de colaboración firmado en abril con el Concello para destinar 3,7 millones de euros a ese proyecto. Se seleccionó una oferta empresarial de tres millones, y se prevé que la estación esté finalizada en el segundo semestre del próximo año y permitirá dar servicio a una población equivalente de 2.631 habitantes en el horizonte del año 2044.
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