Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

De Sevilla a los Milagros de Amil

.

Mariano Sánchez del Pino trabajando en su taller en Sevilla. |  S.P.

Mariano Sánchez del Pino trabajando en su taller en Sevilla. | S.P.

Pontevedra

El escultor sevillano Mariano Sánchez del Pino ha creado el nuevo Jesús crucificado que ya luce en el interior del santuario de los Milagros de Amil, en Moraña, uno de los templos más visitados de Galicia por su famosa romería de septiembre. Esta imagen ha sido colocada mirando a la de la Virgen

El santuario de los Milagros de Amil, en Moraña, cuenta con una nueva imagen: un expresivo Jesucristo crucificado agonizante sobre el monte Calvario que ya ha sido bendecido y se encuentra mirando hacia la Virgen, sustituyendo a uno anterior que se encontraba en muy mal estado.

Se trata de una obra de todo un artista de la imaginería tallada, el sevillano Mariano Sánchez del Pino, escultor especializado en piezas sacras. No es la primera vez que colabora con la parroquia de Amil, ya que también son obra suya partes del retablo de la Virgen de los Milagros y otras tallas.

El rostro del Cristo crucificado de Amil. |  S.P.

El rostro del Cristo crucificado de Amil. | S.P.

La nueva imagen tiene una altura de 85 centímetros de pies a cabeza y un total de 190 incluida la cruz con el monte. El Cristo ha sido tallado en madera de cedro de Brasil con policromía pulimentada al óleo, mientras que la cruz está barnizada y los nudetes dorados, tal y como explica a FARO el autor, que matiza que el cedro de Brasil es una madera muy utilizada en este tipo de figuras, ya que no es del gusto de los insectos xilófagos.

Además, porta corona de espinas de acacias y potencias con baño de oro de Orfebrería Castilleja. También presenta la cartela a modo de pergamino. «El crucificado esta expuesto sobre un mueble de madera barnizada con detalles tallados en alusión a Santiago Apóstol, obra del taller de talla y carpintería religiosa de los Hermanos Caballero. Los clavos son obra de Orfebreria Andaluza», añade.

La imagen mira a la Virgen de los Milagros. | S.P.

La imagen mira a la Virgen de los Milagros. / S.P.

Este imaginero-escultor tiene una larga trayectoria en el sector a sus 44 años. Empezó muy joven en esta profesión y cuando tenía solo 23 años le encargaron la realización del Crucificado de la Vera Cruz de Huelva, lo que sería la confirmación de un trabajo de décadas que ahora lleva a cabo con encargos para toda España e incluso el extranjero, tanto para parroquias como hermandades o particulares.

Siendo como es natural de Sevilla, no es de extrañar que le atrajese el arte sacro, por una cuestión cultural. «Empecé muy de pequeño haciendo las figuritas de los belenes con plastilina. En el colegio la profesora incluso me ponía como a enseñar a los demás porque tenía mucha habilidad en manualidades. Siempre supe lo que quería hacer», confiesa el artista, que vive exclusivamente de la imaginería.

«Empecé muy de pequeño haciendo las figuritas de los belenes con plastilina"

Mariano Sánchez del Pino

— Imaginero

La imagen que ha creado para los Milagros de Amil es más pequeña de lo habitual, mientras que las de gran tamaño ya se encargan de un año para otro. «Los años para nosotros empiezan de Semana Santa en Semana Santa», reconoce.

Las manos de Mariano Sánchez del Pino también han trabajado anteriormente en el retablo de la Virgen de los Milagros. «El retablo es obra de los Hermanos Caballero, pero los altorrelieves que lleva en los laterales son míos: la Anunciación y la Asunción de la Virgen», informa.

Además, también hizo unos ángeles en peana en el templo y las dos tallas en relieve para la puerta de entrada del templo: la Virgen de los Milagros y de Guadalupe.

Reconoce que hasta que trabajó con esta parroquia morañesa no conocía la trascendencia de su multitudinaria romería, que tiene lugar cada mes de septiembre y que congrega a miles de personas de toda Galicia y otros puntos. «Me sorprendió mucho cuando me explicaron la cantidad de gente que va. Es muy llamativo», concluye el artista.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents