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Treinta grados en un largo «veranillo de San Miguel»

En pleno mes de octubre, las altas temperaturas aún recuerdan al verano y son muchos los que acuden a las playas. Ayer se llegó a los 30 grados.

Una mujer se dirige, con su sombrilla y su silla, a la playa de Portocelo, ayer

Una mujer se dirige, con su sombrilla y su silla, a la playa de Portocelo, ayer / Rafa Vázquez

N. D.

Pontevedra

La festividad de San Miguel siempre se relaciona con unas jornadas (pocas históricamente) en las que regresa el calor a Galicia. Es el «veranillo» asociado a este santo. Pero este año esas altas temperaturas se prolongan más de lo previsto. El día de San Miguel fue el 29 de septiembre y el «veranillo» ya dura casi dos semanas. Y con los termómetros en la franja de los 30 grados, los pontevedreses aún no han guardado el bikini, el bañador, la toalla de playa y las sillas plegables.

Usuarios en el arenal marinense de Mogor. |  Rafa Vázquez

Usuarios en el arenal marinense de Mogor. | Rafa Vázquez

Este fin de semana fueron muchos los que acudieron a la costa para rememorar un verano que apenas se ha despedido. Aunque oficialmente fue hace tres semanas, desde el punto de vista meteorológico aún sigue presente, si bien con unas jornadas con menos horas de sol, aunque intensas.

Las estaciones de MeteoGalicia de la comarca registraron ayer temperaturas de hasta 30 grados. Fue el caso de la ubicada en Campolongo, en la ciudad de Pontevedra, mientras que en Sanxenxo y Marín marcaron máximas de 28 grados.

Las playas llenas en las horas centrales del día y, como no, las carreteras también a la hora del regreso. El lado menos amable de este «veranillo» en pleno octubre es que la amenaza de sequía no da tregua. La cuenca del Lérez ya sobrepasa los dos meses en prealerta por escasez de agua después de que en los últimos treinta días, desde el 12 de septiembre, se hayan recogido treinta litros de lluvia por metro cuadrado, 22 en septiembre y ocho en octubre.

Por ello, el río sigue «bajo mínimos» y muchos pozos y manantiales de abastecimiento doméstico y comunitario ya muestran graves síntomas de falta de agua.

En lo que va de año se acumulan 991 litros de lluvia por metro cuadrado en la ciudad, casi un 40% menos de los 1.560 litros recogidos entre el 1 de enero y el 12 de octubre 2024.

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