Temor en el marisqueo de la ría: «Hay muchos frentes abiertos»
Al problema del crecimiento a lo ancho de la almeja se suma la devoradora «ouxa», una especie de pez raya que «come todo»

Marisqueo en Poio. / GUSTAVO SANTOS
El marisqueo en el fondo de la ría de Pontevedra no pasa por su mejor momento y las profesionales del sector temen que, de seguir así, a la actividad no le quede mucho tiempo. A los problemas derivados del año pasado por la bajada en la salinidad de las aguas, que provocaron la muerte de la almeja, se han ido sumando otros frentes, que hace temer que «si seguimos así, como mucho al marisqueo le quedan unos diez años».
Elena Padín, presidenta de las mariscadoras de la Cofradía de Raxó, Poio, informa de que «almeja hay poca, se ve mucha cría, pero hay que darle tiempo a que crezca».
Las cuotas se mantienen por el momento: cinco kilos de japónica, un kilo de berberecho, medio de fina en el banco de Pontevedra y uno en el de Lourizán, porque tienen poca japónica.
Uno de los principales problemas de la extracción es que la almeja no está creciendo a lo largo, sino a lo ancho, es decir, que engorda.
Es por ello que desde las cofradías se está en conversaciones con la Consellería do Mar de la Xunta de Galicia para ver si se puede cambiar la medición «porque si engorda y no crece no cae en la peneira». Este problema con el calibre complica la actividad, tanto en la ría de Pontevedra como en la de Arousa.
Para poder quitarla de los bancos marisqueros habría que cambiar la normativa legal vigente en la actualidad, ya que si no se termina acumulando en la «ribeira».
Momento «crítico»
Otro de los grandes problemas de los que se ha informado es la presencia de la «ouxa», un tipo de pez raya que se mueve arrastrado por el fondo y que «está comiendo todo». Le gusta toda la almeja.
«Hace agujeros en la playa, no son profundos pero se ven bien. Como de todo», se lamenta Elena Padín.
No es una especie propia de esta zona, «tuvo que venir de fuera», afirma la presidenta de las marsicadoras de Raxó. «No se sabe exactamente cuánto tiempo lleva, pero ya se está notando mucho el efecto», se lamenta, «no hay quien la pare».
Todo esto está minando la moral de los profesionales. «Estamos pasando por un momento bastante crítico. Ahora tenemos muchos frentes abiertos y todos en contra del mariscador», afirma Padín.
Reconoce que es muy difícil sacar un sueldo de esta actividad. «Un sueldo de 500 euros no es. ¿Qué importa que estén sacando unos 700 euros? Si hay que descontarles los gastos de cofradía, de seguridad social... te quedan unos 500. ¿Y quién vive de eso? Hay matrimonios que viven los dos de esto y no les da», resume la situación de muchas familias de Pontevedra, Poio y Marín.
«Hay mucha gente que si no lo pensó ya lo está haciendo ahora: dejarlo», manifiesta.
Diez mareas al mes
De momento se mantienen las cuotas y los días en los que se va a la «ribeira», diez.
«Hay semanas que son enteras, como esta que se fue de lunes a viernes. Otras no tienen ningún día y otras en los que se van dos. Siempre depende de la marea», explica Elena Padín.
Otra de las cuestiones que les preocupa son las elevadas temperaturas para la época del año. Si en su momento fue un problema la gran cantidad de lluvia caída, que afectó a la salinidad del agua provocando la muerte de los bivalvos y paralizando la actividad durante meses, ahora también podría llegar a serlo el cambio climático.
«Este calor en este tiempo no es normal, aunque menos mal que el agua ya empieza a estar más fría, que en septiembre no lo estuvo», considera. «Si calienta mucho el sol también se calienta mucho la arena, y puede ser un problema».
«Si esto sigue así se va a acabar el marisqueo, que es un trabajo bonito, una tradición. Si no cambia la cosa a lo mejor en diez años se acaba todo. Hay poca gente que se va a poder jubilar en esto», concluye.
Suscríbete para seguir leyendo
- La continuidad de la A-57, más lejos que nunca: nadie quiere su enlace con Curro
- Poio, epicentro de un pequeño terremoto de madrugada
- Vecinos de Bora y Xeve ven el «final del túnel» a 20 años de lucha contra la A-57
- La gripe A se adelanta y pone en riesgo a los grupos vulnerables en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés
- Un escaparate del talento gallego con alma de premio
- María J. Rodríguez (abogada): «Si no proteges a los hijos, no proteges a la mujer de la violencia de género»
- Visiones dispares de Mar y la oposición sobre la situación del marisqueo en la ría
- El vendedor más «marchoso» reparte un millón de euros en Pontevedra: «Todavía no lo creo»