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La matriculación de turismos no remonta en la ciudad de Pontevedra: cinco años por debajo de 90 mensuales

Hace veinte años se superaban las 230 operaciones al mes y en 2019 se llegaba a 130, pero desde entonces la compra de vehículos no deja de ir a la baja

Entre enero y agosto de este año se contabilizan apenas 640 casos

El parque móvil de la ciudad ya supera los 13 años de edad de media.

El parque móvil de la ciudad ya supera los 13 años de edad de media. / Gustavo Santos

Pontevedra

Hace dos décadas, los pontevedreses compraban una media de 230 turismos cada mes. El año 2025 finalizó con más de 2.800 matriculaciones de este tipo de turismos. Fue el ejercicio que hasta ahora marca el récord en este tipo de operaciones, que registran desde entonces un retroceso cada vez más preocupante. A día de hoy, raro es el mes en el que se llega a 90 inscripciones y se acumulan ya cinco años, desde 2021, por debajo de esa cifra en la media mensual.

En lo que va de año 2025, desde enero hasta agosto, el Instituto Galego de Estatística (IGE) contabiliza, con datos provisionales de la Dirección General de Tráfico, apenas 641 matriculaciones, a razón de 80 mensuales. De mantener este ritmo, se igualarían las cifras de 2024 y se estaría ligeramente por encima de los 820 operaciones de los dos ejercicios anteriores.

Son de los balances más bajos de toda la serie histórica, equiparables al bajón registrado en 2012 y 2013. Incluso en 2020, el año de la pandemia, se rozaron los 1.200 casos de turismos matriculados, tanto nuevos como usados , un 20% más que en 2024. Y este ejercicio parece ir por ese mismo camino en un sector que no remonta ante la falta de ayudas para renovar el parque móvil, la incertidumbre sobre el coche eléctrico y otros factores.

En todo caso, la tendencia en este sector es a la baja desde hace años, especialmente a partir de la pandemia y las matriculaciones han descendido un 10% en la última década, ya que en 2016 se rozaban las 110 operaciones al mes.

La incertidumbre sobre el tipo de vehículo que adquirir, entre eléctricos y de combustión, se mantiene, lo que repercute en las compras, con mayor tendencia a reparar el coche viejo u optar por la segunda mano. Según fuentes del sector se notan períodos «en los que hay parones y de repente algunas ventas, es algo bastante general».

Lo que sí se ha notado es que «ahora se venden más coches de gasolina. Antes era el diesel, la gente solo te preguntaba por el gasoil, nadie quería gasolina, pero ahora, con los coches modernos de gasolina, que consumen mucho menos, la cosa ha cambiado», resumen los vendedores consultados.

También influye que el precio entre ambos tipos de combustible no es, actualmente, tan elevado como antes, por ejemplo. En cuanto a los coches ecológicos, el sector local reconoce que los clientes apenas preguntan por ellos y que todas las consultas se refieren a los tradicionales de gasolina o diesel. «Por los eléctricos ya nadie pregunta, porque no todo el mundo tiene donde recargarlo ni parece que les interesen». Sobre los híbridos, «puede haber alguna consulta, pero al final se acaban decantando por los de siempre», afirman.

Un vehículo híbrido eléctrico (VHE) es aquel que utiliza de manera combinada tanto un motor de combustión interna como uno eléctrico. Con el empleo de tecnología híbrida se pueden producir reducciones de consumo de hasta el 80% en ciudad y 40% en carretera.

Esta situación provoca que el parque móvil de Pontevedra no deje de envejecer. Con una antigüedad media de 13,6 años, en 2024 se alcanzó la mayor edad de los vehículos que circulan por el municipio, según los datos oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT). Con un parque total de 59.600 vehículos de todos tipo, 42.800 de ellos turismos, apenas un 8% de ellos, alrededor de 4.700 fue adquirido con posterioridad a 2020. En cambio, se aprecia que los conductores cuidan mucho más sus automóviles. Menos de 5.000, el 4% del total) carece de ITV.

Los ciclomotores son el modelo más «castigado» por el paso de los años, ya que de los 1.700 contabilizados por la DGT, solo cuarenta tiene menos de cuatro años. Además, es el tipo con mayor antigüedad, de casi 20 años de media. En cambio, son las motocicletas las que ofrecen una mejor evolución. En 15 años, este tipo de vehículos ha pasado de 4.700 a más de 6.300 y el 13% del total se adquirió después de 2020. Paradójicamente, son los pilotos de las motos las que más incumplen con la Inspección Técnica de Vehículos ya que más de mil (el 16%) carecen de este documento obligatorio. La edad media es de 12,5 años.

En cuanto a los turismos, de los 42.800, menos de 3.300 tiene menos de cuatro años (el 8%) pero aquellos que circulan sin ITV ha descendido de forma notable, de 2.400 en 2015 a menos de 1.700 en la actualidad, según la DGT, y eso que su edad media ha aumentado de forma notable. Hace una década era de menos de diez años y ahora ya se acerca a los 14. Las furgonetas y camiones tampoco se libran de este envejecimiento: 12 años las primeras y más de 15 los segundos.

La multa por no tener la ITV en regla asciende –como norma general–, hasta los 200 euros. Puede ser superior y llegar a los 500 euros si el vehículo circula con un informe desfavorable o negativo. También alcanza los 500 euros en caso de circular con un remolque ligero (de menos de 750 kilos) y sin su ficha técnica. Circular sin la tarjeta de inspección técnica se considera una infracción leve castigada con 60 euros. Además, circular sin la pegatina en la parte superior derecha del parabrisas puede suponer una sanción de 80 a 100 euros.

Unos 59.000 carnés de conducir: casi siete de cada diez pontevedreses dispone de permiso

Casi siete de cada diez pontevedreses dispone de permiso de conducir. Son 59.000 vecinos, es decir, el 64% de la población total. Las mujeres con carné son 26.000, el 59% del censo femenino total, mientras que los hombres suman 28.200, el 71% de la población masculina del municipio.

Pese a que Pontevedra está concebida como una ciudad peatonal, el número de coches no deja de crecer, pero este aumento no se traduce en un mayor índice de ventas. Los conductores optan por prolongar la vida útil de sus viejos turismos y cuidarlos más.

Estos datos de la DGT pone de manifiesto que el taller, en lugar del concesionario, s e ha convertido en la modalidad más recurrente para tener coche. Se opta por las reparaciones y se nota que se cuidan más.

Entre los mecánicos se apuntan a circunstancias como el encarecimiento de la vida, el sistema de tráfico de una ciudad como Pontevedra y el envejecimiento del parque móvil: la gente compra menos y repara más. La consecuencia de «reciclar» el vehículo es una caída de las matriculaciones, el desplome de las ventas de vehículos diesel y las dudas de los compradores sobre los coches eléctricos, con un auge de la segunda mano.

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