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La «dama desnuda» pierde el pudor y se presenta en todo el rural de Pontevedra

Un grupo de azucenas rosadas en el rural de Pontevedra, nacidas de forma espontánea.

Un grupo de azucenas rosadas en el rural de Pontevedra, nacidas de forma espontánea.

Antonio Touriño

Antonio Touriño

Pontevedra

Llegó, como todas las invasoras, con un propósito ornamental en el diseño de jardines. Es la Amaryllis Belladona, una azucena de color rosáceo que se expande por el rural casi sin control. De momento está excluida de la advertencia de peligro, salvo en Canarias, pero su crecimiento a corto plazo preocupa.

Conocida como la «dama desnuda» y también como «la suegra y la nuera» esta azucena rosacea aparece en numerosos textos de Agata Christie, entre otros autores, porque de la esbelta Amaryllis Belladonna se extraen opiáceos e hipnóticos de uso clásico en las novelas de suspense que se precien.

Hasta ahí, todo invita a ser amable con una planta que ya ha colonizado numerosos puntos del rural de Pontevedra, pero que se multiplica sin control y de forma salvaje en municipios próximos a la capital como Campo Lameiro, Cerdedo-Cotobade o Vilaboa.

Movimientos de tierra

Pueden verse agrupaciones de la planta en cualquier espacio, desde fincas privadas a jardines abandonados por sus propietarios; pero también en zonas aisladas, sin viviendas. Las primeras podrían tener algo que ver con nacimientos espontáneos en zonas donde antes se habían cultivado los bulbos con fines ornamentales; las segundas, probablemente hayan llegado como consecuencia de movimientos de tierra incontrolados, porque está demostrado que las obras públicas también causan este tipo de estragos medioambientales.

Benito García, responsable de Galicia Medioambiental, expresa su absoluta preocupación por lo que pueda suceder en dos o tres años: «La Amaryllis Belladonna, o azucena rosada, no está incluída en el catálogo español de especies exóticas invasoras, aunque se ha documentado su establecimiento y potencial como invasora en otras partes del mundo y en Canarias».

Otras invasoras

Expone que su situación es muy parecida a la del «cartucho» o cala, esa flor que asemeja una vela y crece también de forma salvaje en distintos terrenos húmedos y que apenas requiere cuidados distintos a los que le proporciona la madre Naturaleza.

Así se explica que a la azucena rosada «le pasa un poco lo mismo que a las calas». Y añade: «Está demostrado su potencial invasor, pero por las razones que sean, no han sido incluídas en el catálogo español». Cabe señalar que se trata de una planta con origen en el continente africano y que «como la caléndula, que empieza a tener una presencia considerable hasta que es incontrolable», agrega el experto ecologista consultado al respecto.

Sobre la expansión de la azucena rosada, Benito García subraya que se está haciendo un estudio muy pormenorizado en la Universidad de Coímbra (Portugal) pues están en el programa de prevención las invasoras.

Fácil reproducción

Destacan que llegó a España a través de la jardinería: «Se reproducen habitualmente por bulbo, pero tiene una altísima capacidad para multiplicarse por semilla, que es como lo hace habitualmente en estado salvaje para buscar nuevo territorios; pero en los lugares donde ya está su bulbo, permite su fácil reproducción, sobre todo si hay movimientos de tierra».

Insiste en que se trata de una planta sudafricana «con un comportamiento muy parecido al del cartucho o cala, también de origen sudafricano», explica Benito García que dirige un plan de eliminación de plantas invasoras en la provincia de Pontevedra cuyo afán es en estos momentos reducir la expansión de la hierba de la Pampa o plumacho argentino, que se extendió sobre todo por su empleo en las medianas de autovías y autopistas.

Pero ya antes empezó a preocupar la expansión de la cala o Zantedeschia aethiopica, y conocida también como cala de Etiopía, lirio de agua o aro de Etiopía, explica para que todo el mundo sepa de qué planta se está hablando.

Expansión de la siempreviva

Y agrega que otra sudafricana muy famosa «por sus terribles consecuencias» es la «siempreviva» que, asegura, «está generando unos terribles problemas entre las localidades de Ferrol y A Coruña, también por su comportamiento de cobertura y eliminación de las demás especies al crear un manto».

Subraya que en la Torre de Hércules «se ha desarrollado un programa de eliminación que ha llevado años desarrollar para la conocida como Helichrysum petiolare, una planta que usaban algunas tribus para ponerse en trance y comunicarse con sus ancestros», revela el experto.

García indica que las tres plantas comparten un comportamiento muy parecido entre ellas, tanto origen y un cierto atractivo para la jardinería que ha contribuído a su expansión». Y aquí está una de las claves más relevantes para que los expertos crean que urge un control, en tanto que todas ellas tienen un elevado nivel de toxicidad, una característica consustancial a muchas invasoras «que es lo que las hace incompatibles con otras especies autóctonas; una toxicidad que puede resultar muy problemática para seres humanos o sus mascotas», explica.

García recuerda que las secreciones de muchas de esas especies importadas, como el eucalipto, «afectan a otras plantas de su entorno debido a su naturalea alelopática, que inhibe el crecimiento de otras especies cercanas, y que su composición química hace el suelo más árido e inhóspito, afectando a su fertilidad y capacidad para retener agua».

Hierba de la Pampa, mimosas y bambú

La floración, ahora en otoño, de la también conocida como Azucena de San Miguel, en absoluto minimiza el problema que significa la colonización de más espacios por la hierba de la Pampa o cortaderia selloana cuyos plumachos pueden verse ya en la recién inaugurada A-57, desde Vilaboa a Pontevedra.Esta expansión la explica con absoluta nitidez Benito García: «Estamos en lo de siempre; en Galicia y en España hay un problema en la concesión de obras poque no llevan asociados, en su mayor parte, programas de vigilancia y control de especies invasoras».Y ese es el gran problema que suele aparecer en los polígonos industriales nuevos como el de O Vao donde además crece la caña de bambú; pero también en el de Nigrán en el que se depositaron las tierras de los movimientos de la AP-9, por lo que ese punto se ha convertido en el gran eje de expansión para toda la comarca».Y añade que otro punto especialmente problemático es el polígono de Sanxenxo, que califica de «auténtica vergüenza», debido al estado que presenta.No se puede olvidar tampoco la colonización de los espacios naturales por parte de la acacia negra o mimosa, que ha alterado paisajes en toda la provincia. Lo ocurrido en la restauración del puente más antiguo de Galicia, de 1.150 años, es paradigmático.A vivel de playas, la uña de gato, una especie de cáctus con flor morada, también preocupa a todos los ecologistas y conservacionistas que se precien,

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