El húngaro Kropkó y la bielorrusa Maksimava se coronan en el Lérez
El acuatlón, protagonizado por un intenso ritmo, dejó grandes resultados para la selección española, gracias a las medallas de plata del coruñés Damián Suárez y Marina Muñoz

Sector de carrera a pie del Mundial de Acuatlón por A Xunqueira. / Gustavo Santos
Con el entorno del Lérez como paraje incomparable y el sol intenso previo a la ola de calor nacional, todas las miradas del mundo del triatlón se centraron este viernes en Pontevedra y el Mundial de Acuatlón, el cuarto que acoge la ciudad esta semana en el marco del Multideporte 2025.
La prueba, que mezcla natación y carrera a pie en un intensísimo ritmo de competición, coronó como campeones mundiales al húngaro Marton Kropkó y a la bielorrusa Hanna Maksimava, en una cita que ya contó con ambiente y colorido habitual de este deporte en su paso por Pontevedra tanto en el puente de los Tirantes, para observar la salida, como en las gradas del Centro Galego de Tecnificación Deportiva, desde donde se pudo ver la llegada a meta.
Desde el pantalán próximo al puente, los competidores afrontaron una vuelta de un kilómetro nadando. Tras la transición, fue el turno de la carrera a pie, en el que el circuito de dos kilómetros y medio desplegado por la Illa do Covo, el puente y el CGTD dictó sentencia en dos rápidas vueltas.
En la carrera masculina, el joven Kropkó, nacido en 2005, no dio opción a sus rivales, al marcar un ritmo infernal que solo el júnior Damián Suárez, natural de la localidad coruñesa de Cedeira, pudo seguir a unos escasos cinco segundos. En la salida de la natación, figuraban en ese grupo cabecero el hasta la fecha campeón mundial, Kevin Tarek Viñuela, y el británico Christopher Perham, pero en la lucha por el bronce terminó prevaleciendo el atleta extranjero por 18 segundos para subir al tercer cajón del podio.
La delegación española terminó por copar seis de los diez puestos del top-10, con Suárez y Viñuela además del gran concurso de Julen Andueza (subcampeón sub-23) en quinto lugar, Raúl Gómez en séptimo y Lucas Riola (subcampeón júnior) y Alejandro Pla a continuación.
Poco después, llegaron a la meta del CGTD los dos gallegos de la prueba élite: el santiagués Andrés Cendán, decimosegundo, y la ovación del día, que fue para el poiense Cristian Fernández, en decimotercer lugar, ante su público.
La prueba femenina también gozó de la máxima igualdad, con la húngara Jázmin Kropkó, hermana del campeón masculino, a punto de dar la sorpresa en el Mundial élite como competidora júnior. La prometedora medallista sacaba casi medio minuto al resto de competidoras, pero un brillante tramo final de carrera de la bielorrusa Maksimava le permitió igualar y superar sus fuerzas para colgarse el oro.
España también tuvo su protagonismo, gracias al buen hacer de Marina Muñoz, que superó sobre la línea de meta a la propia Kropkó para colgarse su segunda medalla de plata del campeonato tras la obtenida el pasado martes en el triatlón cross. En cuarta posición, a solo dos segundos de la húngara, llegó la otra representante élite del combinado nacional, Gemma Llabrés, mientras que Lucía Castelló, que fue en cabeza durante varios compases de la carrera, finalizó en sexto lugar de la general y se hizo con la medalla de plata en categoría júnior.
En la división sub-23, el triunfo fue a parar holgadamente a la británica Christina Durbin, seguida de la italiana Anita Ghelardoni a más de un minuto y la gallega de A Guarda Elsa Pena, a solo once segundos de la plata.
En los grupos de edad, que actuaron como preludio a las carreras élite, sub-23 y júnior, participaron más de 620 deportistas de todas las generaciones, desde los 16 a los 89 años. Para la selección española, una de las más nutridas en el acuatlón junto a Gran Bretaña y Estados Unidos, la jornada se saldó con cuatro oros, para Ana Pérez, Samuel Sánchez, Francesc de Lanuza y Gonzalo Martín, además de cuatro platas (Roque González, Lucas de Santos, Jesús Cabrero y Marcos Mendiola) y cuatro bronces (Eugenia Vérez, David Troncoso, David Rodríguez y Raúl Sánchez).
Jornada agridulce para el poiense Cristian Fernández, decimotercero: «Fue un desastre»
Competir ante su público local era el máximo aliciente para el deportista poiense Cristian Fernández, que llegaba a la cita con problemas físicos en una pierna.En el tramo de natación, su especialidad, logró salir en tercer lugar, por detrás de los medallistas Krópko y Suárez, pero en la carrera a pie su plan se desmoronó por las molestias que arrastraba, que solo le permitieron ejecutar seis sesiones de carrera previas al Mundial. Finalmente, acabó la prueba en decimotercera posición. «Fue un desastre, la verdad. Ya nadando no me encontré muy bien. En la carrera a pie, sabía que me iba a costar, pero me costó el doble de lo que pensaba. Gracias a toda la gente que estaba aquí animando, que me han hecho acabar la carrera», afirmó el que fuera campeón del mundo en 2023 y bronce el año pasado.

Cristian Fernández, durante la prueba de acuatlón. / Gustavo Santos
Durante su análisis de la carrera, visiblemente decepcionado con el resultado, Fernández detalló cómo la prueba se puso complicada desde el pitido inicial.«No sé qué pasó en la salida. Fue algo rarísimo. Ni me enteré de que dieron la salida. Al principio, hubo muchos golpes. Tuve que pelear para colocarme adelante y al final conseguí salir tercero del agua, pero la carrera me costó horrores. No venía en forma y fue una pena», añadió el atleta formado en el Club Natación Galaico.
Después de este resultado, Fernández espera dedicar la temporada a recuperarse y regresar a su mejor nivel. «Contaba con salir más o menos en el grupete y marcar mi ritmo, pero las sensaciones fueron muy malas. Gracias al público por todo», concluyó.
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