La comunidad educativa del San Clemente de Caldas se encierra en el colegio para pedir la unidad suprimida

«Se a Xunta nos pecha a unidade, nós pechámonos no cole». Con este lema, una treintena de personas entre madres, padres y alumnado iniciaron a primera hora de la tarde de este martes un encierro en el CEIP San Clemente de Caldas en demanda de la tercera unidad de Educación Infantil, «comprometida por la Xunta si había matrícula suficiente tras suprimirla por un error administrativo a principios del presente curso», según recuerda la comunidad educativa, que protagoniza así una nueva movilización en demanda de esta unidad.

La intención de las familias, que han acudido preparadas con sacos de dormir, colchonetas y avituallamiento, es pasar la noche en las instalaciones, «empezando por el aula de infantil que este curso se desdobló a través de un parche y que, si la Xunta mantiene su postura, el año que viene estará cerrada pese a contar con solicitudes suficientes para reabrirla», insisten los afectados.

Cadena humana en el CEIP San Clemente de Caldas: «La sensación de apoyo es total»

El colectivo lamenta que «en vez de enmendar un error admitido por la propia consellería, el departamento de Román Rodríguez optó por una huida hacia delante y porfió en mantener el recorte para el curso 2025-2026, incluso incumpliendo sus criterios o la palabra dada a la Valedora do Pobo».

Señalan también los padres que la solicitud de matrícula de 11 niños, que «podrían inscribirse en 4º de Educación Infantil simplemente con volver a la situación previa al error, provocó que la Xunta decidiera baremar criterios y dejar dos pequeños fuera. A tres días de que finalice el plazo común de matriculación, ninguna de esas dos familias recibió una respuesta concreta sobre cual es su situación. Solo un montón de contradicciones».

«Santa Rita, Rita, Rita, a unidade non se quita!»: lema del colegio San Clemente de Caldas ante Educación

Indican también que «pese los informes favorables de la Inspección Educativa y la Xefatura Territorial de Pontevedra, la Dirección Xeral de Centros decidió no devolvernos lo que nos había quitado alegando que en el resto de centros educativos de Caldas quedan plazas en 4º de Infantil. Lo que conscientemente olvida Román Rodríguez es que esas vacantes están o bien en colegios concertados religiosos o en centros que son públicos pero no cuentan con las posibilidades de conciliación que tiene San Clemente con el Plan Madruga o el comedor escolar».

El conselleiro «dijo que esto era un ‘tira y afloja’ y, como prometemos, él puede seguir tirando (abajo) los recursos, que nosotros no aflojamos». Por ello, la comunidad educativa invita a todos los vecinos de Caldas a «sumarse a nuestras movilizaciones contra lo que, estamos convencidos, es el primer paso en el desmantelamiento de un centro histórico, que será sacrificado en el altar de la ‘eficiencia económica’», concluyen.