Polémica por la procesión del Corpus de Pontevedra: el Gremio de Mareantes renuncia a participar

La entidad critica que se cambie el itinerario y se rompa «con la tradición y las costumbres ancestrales»

Una imagen de la pasada edición de la procesión del Corpus.

Una imagen de la pasada edición de la procesión del Corpus. / Gustavo Santos

El Gremio de Mareantes no participará en la procesión del Corpus de Pontevedra, al igual que la familia Rodríguez-Dios y la Cofradía de San Julián, en protesta por el cambio de recorrido del desfile, que el próximo día 22 saldrá de la iglesia de San José y se recogerá en la basílica de Santa María, a fin de facilitar el desarrollo de las pruebas deportivas que tendrán lugar en la Boa Vila, lo que imposibilita que se programe como habitualmente en los años impares, con salida de Santa María y conclusión en San Bartolomé.

El presidente del gremio, José Luis Arellano, lamenta que «en ningún momento se han planteado que, ya que el problema es que no se puede acceder hasta San Bartolomé, el recorrido fuese de Santa María a San José, sino que ya tajantemente, rompen con la tradición y las costumbres ancestrales y deciden modificar el recorrido y desarrollo de una tradición secular, despreciando a los que durante muchos años hemos puesto todo el empeño por conservar el legado de nuestros antepasados».

Considera que la Junta Interparroquial de Pontevedra ha disfrazado una decisión que lleva «años intentando implantar», que es que «cada año la procesión salga de otras parroquias, como la Virgen del Camino o San José, a pesar de que estas ya tienen su propia celebración del Corpus».

Los directivos del gremio consideran la medida «un agravio», así como «una falta de respeto» y un «maltrato hacia una entidad secular que ha sido una pieza clave en la historia de la ciudad» y que tiene un papel especialmente relevante en este desfile religioso.

Los Mareantes aportan elementos clave de la procesión, como el palio.

Los Mareantes aportan elementos clave de la procesión, como el palio. / Gustavo Santos

Arellano recuerda en este punto que los Mareantes han sido durante décadas, «una parte fundamental en la composición y desarrollo de dicha procesión, ocupando un lugar destacado y aportando muchos de los elementos que formaban parte de la estructura de la procesión como el cetro del Santísimo, el palio, el baldaquino, el viril, los cetros gremiales, el cetro del Teucro o los santos gremiales como San Miguel o San Telmo, sin olvidar la aportación de las velas para procesionar o cualquier elemento que fuese necesario para el correcto desarrollo de esta tradicional procesión, siempre que saliese de Santa María coincidiendo con los años impares, como es este año».

Afirma que recientemente la Junta Interparroquial de Pontevedra los invitó a una reunión en Santa María en la que se tratarían temas organizativos de la Procesión del Corpus Christi. «Nos sorprendió», indica, «que se nos invitase como meros espectadores cuando lo normal y lo correcto, sería que se nos convocase como una parte más dentro de la organización de la procesión, como ha sido durante muchos años».

«Ante tal falta de respeto y de delicadeza», añade, «decidimos no asistir» al encuentro, « ya que éramos conocedores de que ya de antemano las decisiones estaban tomadas, anulando cualquier posibilidad de dialogar y llegar a un consenso, posibilidad que se nos había quitado al invitarnos únicamente como meros espectadores».

«Deciden por su cuenta y con el beneplácito de los acólitos que le hacen palmas a cualquier cuestión», lamenta José Luis Arellano, que aclara que se mantendrá la parte civil de la festividad, «con la invitación a la tradicional «Parva de Corpus» del Gremio de Mareantes» en el atrio de la capilla de San Roque a los socios de la entidad y a la corporación municipal, acompañados por la Banda de Música de Pontevedra.

Tomarán el pan de maíz y el aguardiente, «como se viene haciendo desde tiempo inmemorial y desde allí, saldremos con la corporación hacia la basílica de Santa María como establece la Tabla de Ceremonias de la Villa, donde seremos recibidos por el párroco de Santa María» Javier Porro.

José Luis Arellano insiste en que «este año pretendían relegarnos a ser unos meros espectadores, participando como invitados en una procesión en la que por derecho y tradición teníamos nuestro sitio», antes de advertir que «si lo que pretenden es hacer desaparecer todo el legado histórico de esta ciudad, para aumentar el ego personal, será la ciudadanía la que verá como el Corpus irá menguando en sus calles hasta desaparecer».

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