El Concello pide a la concesionaria de la piscina de Marín que aclare cómo contrató al monitor acusado de seis agresiones sexuales

El gobierno local afirma que el personal depende de la adjudicataria y pregunta si se le pidió documentos de prevención de estas conductas

Altercados en la entrada a los juzgados del monitor de piscina de Marín detenido por agresión sexual en Marín

Atlas News

N. D.

Pontevedra

Las familias afectadas por los seis supuestos casos de agresión sexual por parte de un monitor en prácticas en la piscina municipal de Marín han alertado de que compañeros de este joven «tenían la mosca detrás de la oreja» desde tiempo atrás y que ya se sospechaba que podían ocurrir situaciones como la que acabó denunciando la madre de una de las niñas usuarias del recinto. La denuncia derivó en la detención del monitor y su envío a prisión provisional, investigado por seis agresiones sexuales a menores de 16 años.

Estos avisos de los allegados de las víctimas parecen corroborarse con las medidas que adoptó este viernes el Concello de Marín, entre ellas, preguntar a la empresa concesionaria si en la contratación de este monitor en prácticas se le llegó a «requerir toda la documentación relacionada con la prevención de abusos sexuales».

De entrada, el gobierno local deja claro que la contratación del personal de la piscina depende de la concesionaria, Soom Management, a la que ha abierto un expediente informativo. Según informó el Concello, con este trámite se le solicita «por escrito información detallada de cómo se realizó el contrato entre la empresa y el centro educativo del que depende el hombre denunciado por presunta agresión sexual a seis niñas en esta instalación municipal»

El gobierno local subraya que «la gestión de personal, tanto el subrogado de la anterior concesión, también ganada por Soom Management, como el de otras posibles relaciones laborales es una competencia propia del adjudicatario. En este caso, la vinculación del sospechoso es un convenio entre el centro educativo del que depende el monitor y la empresa para la realización de prácticas en el mercado laboral». Aclara que el Concello de Marín «no tiene ninguna vinculación en esta relación laboral».

Sin embargo, al tratarse de una instalación municipal y «con la intención de auditar completamente este proceso», el Concello ha solicitado a la empresa concesionaria que haga constar por escrito cómo fue el procedimiento de contratación con la persona denunciada, si se le requirió toda la documentación relacionada con la prevención de abusos sexuales, cuales eran las funciones concretas de la persona, teniendo en cuenta su régimen de prácticas; quien o quienes eran sus tutores, encargados de supervisar su desempeño de las labores adjudicadas y si se cumplieron los protocolos en todo el proceso.

Por su parte, el portavoz del PSOE en Marín, Manuel Pazos, reiteró que la localidad está «conmocionada, indignada y perpleja» y ya llevó el asunto al pleno municipal, para solicitar que el Concello «asuma la atención psicológica de las niñas y sus familias».

También pide formación en esta materia a clubes y entidades que trabajan con niños para que sepan prevenir y actuar. «Con la información que conocemos, creemos que las cosas se pudieron haber hecho muchísimo mejor».

«Sus compañeros veían cosas raras»

Las familias de las niñas creen que estas supuestas agresiones pudieron haberse evitado. En un clima de indignación, en declaraciones a Carriola de Marín, algunos de estos allegados indicaron que «los monitores de la piscina veían cosas raras que pasaban dentro e incluso le pidieron a este individuo un certificado de no tener antecedentes, pero nada más; dicen que tenían la mosca detrás de la oreja pero en realidad no se hizo nada, a pesar de las quejas y de que le habían llamado la atención, hasta que llegó la denuncia de la primera madre el pasado lunes».

Explican que los presuntos tocamientos se habrían realizado en los baños y el padres de una niña de cuatro años dijo al mismo medio que «pensar que tenían sospechas y no hicieron nada es algo incomprensible». También hay quejas por el funcionamiento de la piscina.

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