El contrato de residuos arranca con una campaña de limpieza integral de barrios

Comienza en la zona de San Roque, con una semana de trabajos en detalle para desbrozar, retirar pintadas o baldear y también llegará al entorno de A Barca o del río de Os Gafos

Moreda, al fondo, en un reciente reparto de contenedores domésticos para materia orgánica.

Moreda, al fondo, en un reciente reparto de contenedores domésticos para materia orgánica. / FDV

Pontevedra

La entrada en vigor del contrato de residuos para la ciudad de Pontevedra a principios de este mes permitirá que la próxima semana arranque el reforzado servicio de limpieza urbana, centrado durante varios días en una campaña especial de atención a los barrios que empieza en el de San Roque y sus proximidades, hasta llegar a la zona de A Moureira.

Estas labores, denominadas «limpiezas cero» por el concejal de Servizos Urbanos Básicos, Xaquín Moreda, incluirán desde el próximo martes –a partir de las seis de la madrugada– trabajos en profundidad en lugares como el puente de A Barca, la avenida Reina Victoria, el río de Os Gafos a la altura de la calle Ribeira dos Peiraos o la calle Palamios, con desbroce, retirada de pintadas y baldeos. Para ello, la empresa concesionaria pondrá a más personal manos a la obra, que se irá incorporando paulatinamente cada semana a la plantilla.

«Habrá en San Roque un dispositivo bastante amplio, con dos cubas de baldeo, un tractor con pala frontal para la recogida de restos, ocho operarios a pie de calle, un equipo de chorreo a presión con vehículo auxiliar, barredoras de calzada y herramientas como desbrozadoras o equipos de baldeo», detalló el edil, que subrayó la adición de personal a los trabajos.

«Comenzamos con este servicio tan esperado. En la implantación gradual del contrato, los primeros recursos disponibles son de personal, porque la maquinaria y los recursos no llegan de un día para otro», añadió, sobre estas limpiezas sectoriales cuyas zonas luego se implementarán en los servicios del contrato.

Con San Roque como punto de partida, en las próximas semanas estas «limpiezas cero» se desplegará a diferentes zonas de la ciudad, como base para después establecer las labores diarias por todo el casco urbano.

Por otra parte, se mantienen los trabajos de desbroce y limpieza en barrios de la periferia como Monte Porreiro, ajenos a esta distribución de las zonas urbanas, que sí incluye como novedad a Estribela y Ponte Sampaio.

La limpieza viaria será uno de los pilares del nuevo contrato de residuos para la ciudad, firmado con la empresa Prezero por un valor de 238 millones de euros durante veinte años y que sustituye al de 1999. Entre sus novedades figura la previsión de que se instalarán 4.000 nuevos contenedores, además de dos nuevos puntos limpios móviles y una flota de vehículos de vanguardia ecológica, con protagonismo para la propulsión por gas natural y la energía eléctrica.

También se producirá un aumento significativo en el personal disponible, con una plantilla que crecerá de 100 a 167 trabajadores.

Continuará el reparto de composteros individuales

Entre las primeras actividades que forman parte de este nuevo contrato de residuos se incluye el reparto de composteros individuales, después de que el Concello de Pontevedra ya haya repartido 3.800 de estos contenedores en toda la ciudad.«Se procederá a la entrega de solicitudes existentes en el servicio, cerca de diez, y en las siguientes semanas se programarán charlas informativas por las parroquias para que la gente pueda apuntarse a la iniciativa y tener un compostero individual», explicó el concejal de Servizos Urbanos Básicos. Además, la empresa concesionaria monitorizará con controles personalizados el funcionamiento y la gestión de estos composteros individuales.

Desde el Concello, Moreda destacó que hay otros 3.000 composteros almacenados y preparados para ser distribuidos, de modo que se cubriría sin problema la demanda obligatoria –por la reciente ordenanza municipal de residuos– para todas las casas unifamiliares con terreno de más de 50 metros cuadrados. Para su correcto funcionamiento, los técnicos municipales recomiendan mezclar los biorresiduos –restos de comida cocinada, cáscaras de huevo o restos de jardinería, entre otros– con materiales secos –hojas secas, ramas trituradas– que sirvan de base.

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