Tranquilo final para Marisma, la abuelita de Os Palleiros

El estado de salud de la conocida perra había empeorado: «Era mejor dejarla marchar»

Marisma con Petra Spaniol, su madrina, que impulsó una campaña para su adopción.

Marisma con Petra Spaniol, su madrina, que impulsó una campaña para su adopción. / GUSTAVO SANTOS

Pontevedra

Con diez años y adoptada por una familia, la perra Marisma ha dejado este mundo por recomendación veterinaria y en base a su estado de salud, que había empeorado mucho en las últimas semanas.

Se trata de una conocida de la protectora de Os Palleiros, ya que llevaba en las instalaciones de Campañó desde el verano de 2015. Era una perra tan buena y obediente que incluso se puso una campaña en marcha hace un año para lograrle una adopción, en cabezada por su madrina, Petra Spaniol. Finalmente, el pasado mes de marzo un voluntario le ofreció su hogar.

El único problema, por decirlo de algún modo, que impidió que Marisma encontrase una casa es que estaba incluida en la famosa categoría de PPP (perro potencialmente peligroso) por ciertos rasgos de su raza, que en todo caso solo era mestiza. Todos los habituales de Os Palleiros consideraron siempre una injusticia esta cuestión, de ahí que pusiesen en marcha la campaña.

"Tuvimos que dormir a Marisma. Era mejor dejarla marchar"

Gloria Cubas

— Presidenta de Os Palleiros

La presidenta de la protectora, Gloria Cubas, confirmaba a FARO hace unos días el final de la perra, que no pudo estar en mejores manos hasta el último momento. «Tuvimos que dormir a Marisma, porque estaba muy malita de la columna. Estaba tomando mucha medicación y ya ni se levantaba, se hacía sus cosas por ella. Era mejor dejarla marchar», explica con mucha pena, como la que sienten todos los voluntarios.

La perra Marisma fue cuidada hasta su último día.

La perra Marisma fue cuidada hasta su último día. / Os Palleiros

Marisma fue abandonada cuando tenía solo seis meses. Deambulaba por las Marismas de Alba, de ahí su nombre. Además de ser una belleza de perra, se llevaba bien con niños y demás canes y se acercaba a todo el mundo.

La familia palleira está de luto, pero ya enfrascada en seguir buscando casas a las decenas de perros que cuida en sus instalaciones y que se merecen una oportunidad en sus vidas.

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