Bienal de Pontevedra: vuelve el arte

Sesenta artistas de 28 nacionalidades protagonizarán la exposición, repartida en 12 sedes por toda la ciudad

Presentación de la Bienal, esta mañana en las Ruinas de Santo Domingo.

Presentación de la Bienal, esta mañana en las Ruinas de Santo Domingo. / S. R.

Sesenta artistas internacionales de 28 nacionalidades, 12 sedes repartidas por toda la ciudad, pero también proyecciones de cine, intervenciones en edificios emblemáticos, conferencias y diálogos. La Bienal de Arte volverá el próximo 21 de junio tras quince años para desplegarse como una propuesta «ambiciosa, un puñetazo en la mesa y una llamada de atención», en palabras de vicepresidente provincial, Rafa Domínguez, con el objetivo de reposicionar a Pontevedra y a Galicia en el panorama del arte contemporáneo.

Artistas, coleccionistas y responsables de fundaciones y asociaciones culturales acompañaron en la mañana de este lunes a los responsables de la Bienal en la presentación de su regreso, un debut que tuvo lugar en las Ruinas de Santo domingo y que puso el foco en el lema de su nueva edición: «Volver a ser humanos… Ante el dolor de los demás».

El comisario, Antón Castro, se refirió a dos grandes pensadores, Rob Riemen y Susan Sontang, como inspiradores de una edición dedicada a la guerra. El primero escribió que «la verdadera cultura humanista es aquella que nos enseña a vivir en armonía con nosotros mismos, con los demás y con el mundo… El arte de ser humanos es una llamada a servir a la vida, poner fin al odio y al miedo», mientras que Sontang afirmó que «la guerra rasga, desgarra. La guerra rompe, destripa. La guerra abrasa. La guerra desmembra. La guerra arruina».

Ambas reflexiones están en la base de una Bienal que invita a interrogarse sobre el origen de los conflictos, sus víctimas y gestores, y también como la guerra quiebra la dimensión humana. Frente a esta enfermedad, Antón Castro recordó la importancia de recuperar valores ligados a la Ilustración, a la humanidad, la espiritualidad, el amor, la fe, la eternidad y la empatía.

Vivimos también en un mundo gobernado muchas veces, recordó Antón Castro, «por psicópatas», caracterizados por su narcisismo, su ausencia de empatía y amor.

Conceptos como el conflicto, el individualismo, la migración, los exilios o la pobreza serán analizados a través de la mirada de los artistas que, en todo caso, plantean interrogantes, «no respuestas», avanzó el comisario de la Bienal antes de afirmar que la organización se sentiría contenta «si al salir las personas se hiciesen preguntas».

Como ejemplo de la exploración de los artistas, citó la obra Machine for Restoring Empathy (Máquina para restaurar la empatía, 2019), de Eva Koťátková, una pieza que se activará el mismo día 21 en el Edificio Castelao. Se trata una instalación de gran formato que ofrecerá un espacio inclusivo donde seres humanos, animales, plantas y objetos interactúan de manera equitativa. «De carácter performativo, la pieza permite contar historias de compasión y cuidado, al brindar un refugio a quienes se sienten excluidos. A través de actividades que replantean las normas sociales, invita a las y los visitantes a explorar nuevas formas de ver el mundo y fortalecer nuestras conexiones», señala la organización.

También el día 21 el público podrá conocer la intervención Peregrinacolor de Patrick Warrener en el santuario de A Peregrina. Se trata de una proyección lumínica que dialogará con la arquitectura del templo y resaltará sus formas y detalles mediante el uso de la luz. «Esta obra busca establecer un puente entre la tradición y la contemporaneidad e invitar a las y los espectadores a redescubrir el patrimonio histórico desde una nueva perspectiva», indican los responsables de la Bienal.

«Conciencia democratizadora»

Por otra parte, se busca que la Bienal «tenga conciencia democratizadora» y peque de didáctica. «Queremos que sea un acto de empatía con el pueblo de Pontevedra», subrayó Antón Castro.

En el Edificio Castelao se presentará la pieza de Almudena Fernández. La artista tomó la palabra esta mañana en la presentación para destacar que «en un contexto polarizado es necesario invitar a una reflexión colectiva». Como espectadora, la Bienal le brinda la oportunidad «de ver el trajo de otros artistas y participar en actividades paralelas», y como profesora de la Facultade de Belas Artes, señala a la exposición como «un espacio de aprendizaje» para los jóvenes. Especialmente, concluyó la recuperación de esta cita internacional «significa mucho como gallega: Galicia vuelve a estar en el mapa del arte contemporáneo».

Por lo que respecta a la pieza que presentará en la Bienal, explicó que «parto de un motivo, el tímpano de San Martiño» que da pautas formales y discursivas. A partir de un motivo utilizado por distintas culturas, desde las estelas celas a los mosaicos romanos y el románico, multiplica las imágenes para enmarcar los helechos del patio del edificio. Hace uso de un emblema que puede ser solar, de divinidad y creación, y la técnica «añade la reflexión de la necesidad de recuperar el trabajo manual», lento y laborioso, frente a la inmediatez que también define nuestro tiempo.

Por otra parte, Rafa Domínguez confirmó que la Bienal «viene para quedarse». Insistió en que fue «un fracaso colectivo» perderla, y en que las bienales «impregnan de carácter las ciudades y le dan una cultura distinta… Fue un fracaso absoluto que no se mantuviese» y en la actualidad la Diputación trabaja «en la creación de puestos administrativos» para que continúe.

El programa (puedes verlo completo AQUÍ) arrancará el próximo jueves, día 29, con la primera proyección del ciclo Cine, Arte y Guerra, organizado en colaboración con Novos Cinemas y que incluirá 6 sesiones que reflexionan sobre los conflictos, sus víctimas y sus instigadores. A mayores, cada semana durante la Bienal se programará una conversación con artistas para conocer las motivaciones, contextos y lenguajes de las obras.

Otras propuestas serán un ciclo de charlas en el que tomará parte Rob Riemen que propondrá un diálogo sobre la guerra y nuestro tiempo desde la filosofía.

El presidente de la Diputación, Luis López, fue el encargado de cerrar el acto y recordó que la provincia de Pontevedra es «una potencia turística, natural y cultural», un posicionamiento que se verá reforzado con una cita artística que «va llenar hoteles» y repercutirá «en la hostelería y el comercio de toda la provincia… Va ser un éxito no, va a ser un exitazo».

De Goya a 29 artistas contemporáneos presentes en la Bienal de Venecia

Artistas emergentes y consolidados y el talento internacional y las propuestas locales confluirán en la reedición de la Bienal de Pontevedra. Una treintena de ellos han participado o han sido premiados en la Bienal de Venecia. Con ellos, clásicos como Francisco de Goya ayudarán al público a preguntarse por los conflictos.

El comisario explica que la Bienal comenzará con Los desastres de la guerra de Goya, una serie que establece las bases para explorar el sufrimiento humano y las formas de resistencia frente a la violencia.

«En los diferentes espacios se presentan obras contemporáneas que abordan la guerra desde diferentes perspectivas y emplean metáforas y símbolos que invitan a la reflexión sobre cómo reconstruir nuestra humanidad a través del arte, la memoria y el pensamiento. Y más allá de la guerra, su respuesta, «Volver a ser humanos», en su más pura esencia ―el humanismo―, no solo promueve una visión del mundo, sino que aspira a transformar nuestra relación con el universo en una danza armónica entre todos los seres y su entorno. Es una propuesta que va más allá del individuo, que aboga por una educación que nutra espiritualmente y desarrolle integralmente al ser humano, en su contacto con lo trascendental y lo cotidiano. En un espectro diametralmente opuesto, el transhumanismo se erige como el intento por transcender nuestras limitaciones biológicas a través de la tecnología, utilizando herramientas como la inteligencia artificial y la biotecnología para reconfigurar nuestra naturaleza, modificando nuestras capacidades físicas y mentales con la promesa de un futuro mejor».

Con la obra de Goya, el público podrá contemplar la de Aboubacar Traoré, Almudena Fernández Fariña, Andrea Davila Rubio, Anna Hulačová, Antoni Muntadas, Antonio Ballester Moreno, Arvin Golrokh, Beatriz Ruibal, Carlos Bunga, Carlos Fer, Carmen Hermo, el Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH), Christian Villamide, Dagoberto Rodríguez, Damián Ucieda, Denilson Baniwa, Diana Larrea, Emily Jacir, Eva Koťátková, Farida El Gazzar, Federico Solmi, Francesc Torres, Fritzia Irizar, Gabriel Tizón, Gervasio Sánchez, Hans Haacke, Idoia Cuesta, Isabel Rocamora, Lois Patiño, Manal AlDowayan, Manuel Casimiro, Manuel Vilariño, Marina Núñez, Marta Pazos, Miki Kratsman, Miki Leal, Natee Utarit, Norberto Olmedo, Olafur Eliasson, Paloma Navares, Pilar Albarracín, Priscilla Dobler Dzul, Raida Adon, Regina José Galindo, Robert Capa (Endre Ernö Friedmann), Rosalind Nashashibi, Sandra Cinto, Simeón Saiz Ruiz, Soledad Penalta, Sophia Al-Maria, Susan Philipsz, Taisia Korotkova, Tobias Rehberger, Violeta Quispe Yupari, Wang Guangyi, Wardha Shabbir, Yarema Malashchuk y Roman Khimei, Yasmeen Abdullah y Zehra Dogan.

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