El ruido del tráfico de la PO-308 afecta a casi diez mil personas en tres municipios

La contaminación acústica del vial que pasa por Pontevedra, Poio y Sanxenxo molesta al triple de vecinos que la PO-531 y está mal mismo nivel que la carretera Marín-Bueu, con 6.000 afectados

Obras de la senda peatonal de la PO-546, vial que no entra en esta fase del mapa de ruidos.

Obras de la senda peatonal de la PO-546, vial que no entra en esta fase del mapa de ruidos. / Rafa Vázquez

Pontevedra

Vivir al lado de la carretera PO-308, entre Pontevedra, Poio y Vilagarcía o de la PO-551, que enlaza Marín y Bueu, supone un mayor impacto del ruido de tráfico que residir al borde de la PO-531 entre la capital y Vilagarcía. Son las tres carreteras autonómicas con más alta contaminación acústica en la comarca ya que, además de su alta intensidad circulatoria, sus márgenes están poblados de viviendas y vecinos. Más tráfico que ellas registra la autovía do Salnés, entre Barro y Sanxenxo, pero son muchas menos las viviendas en sus cercanías, por lo que el impacto real del ruido de los coches es menor.

Son algunas conclusiones de los mapas de ruido que publicó ayer la Xunta para buena parte de sus carreteras autonómicas en Galicia. Estos mapas estarán expuesto al público durante un mes por si algún afectado o administración quiere formular algún tipo de alegación. En el caso de la comarca de Pontevedra se incluye una docena de viales. Además de las cuatro ya citadas, aparecen, entre otras, la PO-542 entre O Pino y Bora, la variante de Marín o la carretera de Ponte Caldelas, pero no figura la PO-546, la carretera vieja entre Pontevedra y Marín, un vial también muy poblado en algunos tramos y que es objeto de reforma y de seguridad vial desde hace varios meses.

Los mapas, en todo caso, aún no plantean posibles medidas para reducir el impacto del ruido del tráfico sobre los vecinos, si bien queda descartado en la mayor parte de los casos la instalación de barreras, por lo que la primera opción es limitar la velocidad, una solución ya aplicada en parte de los casos con señalización y nuevas rotondas, como la que se ejecuta en la PO-531 en Campañó.

Es la carretera Marín-Bueu la que aparece en estos mapas como la que afecta a más vecinos, 11.000, pero menos viviendas que la PO-308: seis mil en el vial de O Morrazo frente a las 7.300 de Poio. además, en este último vial se sita la presencia próxima de un colegio y dos centros sanitarios, los únicos con problemas de contaminación acústica en toda la comarca, mientras que en entre Marín y Bueu hay tres centros educativos.

Ese mismo número de colegios es el situado al borde de la PO-531 entre Pontevedra y Vilanova, con al menos cuatro municipios afectados, pero un nivel de vecinos y viviendas menor pese a su elevada intensidad circulatoria. Son 1.300 casas y 3.100 vecinos.

Por su parte, en la variante de Marín, que discurre por Lourizán y la parte alta de Marín, la contaminación acústica es nula, muy similar a la carretera de Ponte Caldelas en el tramo pontevedrés.

Por su parte, la carretera entre O Pino y Bora, la PO-542, tampoco registra una excesiva contaminación a juzgar por los datos de residentes. Según la Xunta son un centenar de viviendas y apenas 400 personas las afectadas por su ruido del tráfico.

Por último, se analiza la autovía do Salnés, de cuatro carriles entre Barro y Sanxenxo, y su prolongación hasta la playa de A Lanzada, el corredor de O Salnés, de solo un carril por sentido y cuyo desdoblamiento se reclama desde hace años. En el caso de la autovía, la Xunta contabiliza 500 viviendas y 1.300 vecinos afectados, con un colegio en sus proximidades, mientras que en la vía convencional posterior son apenas cien viviendas y otros tantos vecinos.

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