El casco urbano bate su récord de población: ocho de cada diez pontevedreses viven en él

El padrón municipal cerró 2024 con 64.979 habitantes en la ciudad frente a 19.469 en las quince parroquias del rural

Es la mayor diferencia de la serie para sumar un censo total de 84.468 inscritos, mil más que hace 10 años

Pontevedreses disfrutan de una de las muchas terrazas de la ciudad.

Pontevedreses disfrutan de una de las muchas terrazas de la ciudad. / GUSTAVO SANTOS

Pontevedra

El padrón municipal, un documento que el Concello actualiza prácticamente a diario con las inscripciones de nuevos vecinos, se cerró en 2024 con 84.468 habitantes. Es la tercera mejor cifra de la serie histórica que maneja el ayuntamiento, desde 1996, ya que tanto en 2019 y 2020 se superó a cifra de los 84.800 vecinos. El gobierno local esgrime el padrón, y su crecimiento desde hace tres años, como muestra del dinamismo demográfico del municipio, un aumento que también admite el INE, pero con cifras más bajas. El último censo estatal oficial admitía un total de 83.077 habitantes, 1.400 menos que el padrón, ya que el Instituto Nacional de Estadística suele realizar un notable cribado y excluir aquellas inscripciones que le ofrecen dudas.

Al margen de la «guerra de censos» entre ambas partes, lo que sí consta es que el casco urbano alcanzó a finales de año su récord de población, con 64.979 habitantes, un vecino más que el registro anterior, de 2020. Esto significa que más de 77% de la población total del municipio ya reside en la ciudad, casi ocho de cada diez personas, mientras que las quince parroquias del rural se quedan con algo menos de 19.500 habitantes.

Los 64.979 vecinos del casco urbano son dos mil más que los empadronados hace diez años, mientras que los 19.469 del rural son mil menos que en 2015.

Según el padrón municipal, solo seis parroquias están por encima de los 1.500 vecinos. Son Lourizán (3.013), Salcedo (2.159), Mourente (1.982), Marcón (1.910), Campañó (1.823) y Lérez (1.621). Entre ellas suman 12.500 personas con domicilio en el rural, es decir, el 65% de todos los que viven en las parroquias. En las otras nueve (Alba, Bora, A Canicouva, Cerponzóns, Ponte Sampaio, Santa María de Xeve, San Andrés de Xeve, Tomeza y Verducido) solo están empadronados 6.981 vecinos, apenas el 8% del total municipal.

Los datos municipales con respecto a las parroquias no coinciden plenamente con los que divulgó el INE hace unas semanas ya que ponían de manifiesto que el rural pontevedrés parecía resistir el envite del avance de la despoblación. El Instituto Nacional de Estadística certificaba en abril pasado que las parroquias habían recibido 61 vecinos más en un año y siete parroquias, prácticamente la mitad, tienen más población que entonces. Podrían influir posibles causas como la preferencia de viviendas con espacios abiertos y fincas tras la pandemia o el traslado del modelo urbano del centro a los ámbitos rurales y periurbanos.

El censo de habitantes publicado entonces por el INE registra una población al 1 de enero de este año de hasta 19.447 habitantes en las 15 parroquias. Esta ligera recuperación de población durante el pasado año no impide que si la comparación se hace con dos décadas atrás (el año 2005) las parroquias hayan perdido un 11% de su población (un total de 2.530 habitantes).

En cualquier caso, 2023 supuso un cambio de tendencia frente al descenso de habitantes de los últimos años y la pérdida demográfica apenas es perceptible en las parroquias. Así, siete ganan vecinos. Se trata de Verducido, Campañó, Lérez, Lourizán, Marcón, Mourente y Ponte Sampaio, mientras que en las otras ocho, el descenso es muy liviano, entre 1 y 4 habitantes menos, salvo en Alba, donde la caída es de trece.

Son, en general, las parroquias más próximas al casco urbano las que muestran un mayor dinamismo demográfico, salvo Verducido. También llama la atención que Salcedo pierda dos habitantes ya que es la que históricamente resiste menor este fenómeno. Hace veinte años tenía 2.217 habitantes y en 2024 tiene 2.179, apenas 38 menos.

En el lado contrario, dentro de esta comparativa realizada a veinte años vista, las parroquias a la que más le costó retener vecinos fueron Alba y A Canicouva, con descensos de más del 20% y ahora suman 678 y 237 respectivamente. Cerponzóns es otra de las parroquias en las que más cae el número de habitantes en estas dos décadas, un 15%, y se fija actualmente en los 696. Es el mismo porcentaje de descenso que registra Tomeza desde 2025, y ahora hay 939 vecinos. En el caso de Santa María de Xeve, con un 19 de descenso de población en veinte años y 779 vecinos actualmente.

Cien nacionalidades entre los 5.779 extranjeros

El envejecimiento demográfico no deja de incidir en el censo, con un número de pensionistas que supera los 16.000, casi un 10% más que hace ocho años. Pero Pontevedra aún puede presumir de ser la única urbe gallega con el menor índice de este sector de las siete grandes ciudades de Galicia. Según datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), en el «Panorama dos sete grandes concellos» referido a 2024, Pontevedra tiene menos de 193 personas que perciben pensiones contributivas de la Seguridad Social por cada millar de residentes, bastante por debajo de la media autonómica, que supera las 250. Además, Pontevedra la única urbe gallega que resiste por debajo de la barrera de los 200.

Única urbe gallega con menos de 200 pensionistas por mil habitantes

Entre los 84.468 habitantes empadronados por el Concello en la ciudad hay 5.779 extranjeros, una cifra que se duplicó desde 2005 y que supone que en diez años creció en más de 2.300 personas. Se constata la presencia de un centenar de nacionalidades, pero son diez las que acaparan el 75% de todos los extranjeros de la ciudad. El listado está encabezado de forma muy notable por Venezuela, con 938 empadronados, el 16% de todos los extranjeros de la ciudad. El éxodo de este colectivo en los últimos años ha multiplicado su presencia en Pontevedra. A continuación aparecen los colombianos, con 772 inscritos, por delante de los 493 portugueses. En cuarto lugar está Perú, con 466 empadronados y Brasil es el quinto país de origen, con 434 cariocas registrados en Pontevedra. Hay también 382 procedentes de Marruecos, la primera nacionalidad africana, y 266 italianos por delante de los 189 chinos, 167 de Argentina y 162 senegaleses. Estas son las primeras diez nacionalidades registradas en el municipio, pero hay representación de países tan dispares como Filipinas, Vietnam, Albania, Bangladesh, Tanzania, Bielorrusia, Nepal, Nueva Zelanda, Chipre, Kazajistán, Gambia o Finlandia. Incluso hay una persona registrada en «países sin relaciones».

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents