La orientación toma la comarca

Tres enclaves muy especiales de la comarca, como el Lago de Castiñeiras, la Illa do Covo o la Alameda de Pontevedra, albergaron ayer el arranque del Campeonato de España de Orientación para Centros Escolares, que se desplegó en la zona con más de 200 estudiantes de todas las edades procedentes de diversos puntos de la geografía nacional.

Allí, el protagonista fue un deporte desconocido para el gran público pero muy habitual en la comunidad educativa como la orientación, fundada a finales del siglo XIX como parte de la instrucción militar en el ejército sueco.

Con ayuda de un mapa y una brújula, los deportistas –individualmente o por equipos– deben completar en el menor tiempo posible un recorrido determinado, marcado por unas balizas triangulares con un punzón, que a su vez permite perforar una tarjeta en la que se controlan cada uno de los pasos intermedios que conforman la prueba.

A pesar del intenso calor vivido durante todo el día, los participantes, de categoría infantil, cadete y juvenil, disfrutaron de la primera de las dos jornadas de competición con una amplia variedad de pruebas en escenarios diferentes, al pasar de la prueba de media distancia –de los 2.530 metros de los infantiles a los 5.325 de los juveniles– en el Lago de Castiñeiras a afrontar la prueba de relevos en el entorno urbano de la Alameda y el casco viejo de Pontevedra.

En el corazón de la Boa Vila, se celebraron los relevos de la amistad, donde compitieron a la distancia de 2.000 metros en grupos de tres participantes de diferentes edades y centros educativos, fomentando valores como el compañerismo y la confraternidad entre deportistas.

Otro de los platos fuertes fue la carrera nocturna –en modalidad esprint– por la Illa do Covo, donde los competidores se probaron en el entorno fluvial del río Lérez con ayuda de luces, tras la puesta de sol.