Entrevista | Pepe Solla Estrella de la cocina y amante de la música

«La música es una pasión que me evade de la presión del día»

El reconocido cocinero explica su veneración por la guitarra «algo necesario en mi vida» y cómo acabó tocando en la calle

Rodrigo Valiente, Flai y Pepe Solla alegran por sorpresa a los vecinos el 24 de abril.

Rodrigo Valiente, Flai y Pepe Solla alegran por sorpresa a los vecinos el 24 de abril. / Rafa Vázquez

Pontevedra

Él dice que es cocinero «que es de lo que de verdad sé», pero que lo de la pasión por la música es algo que ha permanecido en su interior desde que era niño y pasó por «la bandurria» sin querer.

Su relación con la guitarra es fruto del flechazo y, aunque no le hizo «ligar demasiado», sí le permitió tocar sobre el escenario con figuras como Xoel López o Coque Malla, a los que admira tanto como a su hijo José «que es bestial para la música». Pero son sus compañeros y «amigos de verdad» Rodrigo Valiente y Flai con los que ha iniciado esta nueva etapa como «banda callejera». Así ha crecido Pepe Solla como guitarrista.

¿De dónde sale esta necesidad por tocar la guitarra?

Bueno yo soy cocinero lo primero, que es de lo que de verdad sé y de lo que gano dinero, que de la música lo pierdo jaja... Todo empezó de pequeño. Yo iba al Colegio Estudio donde tocábamos varios instrumentos desde niños. Llega un momento, tendría 14 años, en el que la música me gustaba mucho y quería tocar la guitarra pero mi profesor ofrecía la posibilidad de aprender guitarra, laúd y bandurria. Mi hermana, que me saca un curso ya había escogido la bandurria y el profesor decidió que como había una en casa yo también aprendiera a tocarla. Me comprometí que lo haría si me dejaba tocar también la guitarra y que al final de curso seguiría con lo que mejor se me diera. Por supuesto, me volqué con la guitarra y de ahí salió mi hobby, tocar con amigos en las fiestas...

Era muy joven, ¿la guitarra le ayudó con las conquistas?

No ligué demasiado por la guitarra, jaja. E que es bueno de verdad es mi hijo José. Él toca increíble, tiene una facilidad bestial para la música. Yo durante años había dejado de tocar y volví a hacerlo cuando le enseñé a él. Y con él me reenganché.

Y tanto, acabó vinculado a uno de los festivales musicales por excelencia de Galicia, el PortAmérica. ¿Cómo fue?

Hace 13 o 14 años surge el PortAmérica, me reencontré con amigos y empecé a colaborar. Soy una de las personas más afortunadas del mundo porque tengo la música, que es mi gran hobby. Una pasión que me evade de la presión de mi trabajo, de las cargas del día. La necesito. Hacer lo que a uno le hace feliz en esta vida es lo más difícil. Yo me siento un auténtico millonario porque tengo esa riqueza. La cocina es lo mío y me encanta, pero la música es algo necesario en mi vida.

Actuación del chef Pepe Solla y su banda en la Peregrina.

Actuación del chef Pepe Solla y su banda en la Peregrina. / Rafa Vázquez

«Tocar con Valiente y Flai es increíble, son mis amigos»

A lo largo de estos años de festival ha podido tocar con grandes, ¿qué siente por ello?

Sobre el escenario toqué con Xoel (López), Iván (Ferreiro), Coque (Malla), Love of Lesbian... Son todos aficionados a la cocina. Un día Coque se acerca a mi casa y me dice «cuánta ilusión me hace conocerte», cuando eso era lo que pensaba yo de él.

¿Es por ese gusanillo por el que toca en la calle?

Tuve la suerte de cruzarme con Rodrigo Valiente. Tocar con los grandes está bien, pero hacerlo con Valiente y Flai, músicos emergentes, me hace sentir bien. Son mis amigos, de los de verdad, con los que conecto y disfruto mucho más que de la música. Y eso es increíble.

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