Pontevedra celebra un día de Fátima lleno de optimismo

Diversos oficios religiosos conmemoran este martes en la Casa del Inmaculado Corazón de María y en la basílica el 108 aniversario de las apariciones de Fátima, con los ojos puestos en el próximo Año Jubilar

Una religiosa con la imagen del Papa León XIV, que en 2019 se consagró a la Virgen de Fátima.

Una religiosa con la imagen del Papa León XIV, que en 2019 se consagró a la Virgen de Fátima. / Rafa Vázquez

Pontevedra

El optimismo sobre el proceso de beatificación de Sor Lucía y el próximo Año Jubilar presidieron hoy la celebración del día de Fátima, un aniversario que los fieles conmemoraron con distintos rosarios meditados, otros oficios religiosos y la procesión de antorchas prevista para la tarde de este martes.

En el 108 aniversario del primer mensaje de Fátima, los fieles recordaron que tres niños pastores, Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto, presenciaron varias apariciones marianas entre el 13 de mayo y el 17 de octubre de 1917, dando origen a una advocación que se extendió por todo el mundo.

La celebración de este año adquirió un matiz especial al recordarse un gesto significativo del actual pontífice, León XIV. En mayo de 2019, cuando aún ejercía como obispo de Chiclayo, en Perú, Robert Francis Prevost se consagró solemnemente a la Virgen de Fátima, un rito que significó señalarla como su advocación personal. Este acto, tal como subraya José Victorio Moure, autor del libro «Sor Lucía: la luz que brilló en Pontevedra», no pasó desapercibido para la comunidad católica.

Para Moure, esta consagración papal representa un reconocimiento implícito y poderoso del mensaje de Fátima, lo que infunde un renovado optimismo en el ya avanzado proceso de beatificación de Sor Lucía.

«Es un gesto muy especial que dice mucho sobre el proceso de beatificación de Sor Lucía, porque con esta consagración el actual papa reconocía el mensaje de Fátima», señala José Victorio Moure, que en su obra ha profundizado en la estancia de la vidente de Fátima en Pontevedra y Tui.

Sor Lucía fue novicia en la Boa Vila de las monjas Doroteas y fue durante su estancia en Pontevedra que recibió un mensaje de reparación, confesión y oración. Se trata de la devoción de los 5 primeros sábados de mes que hoy perpetúan los fieles para ser dignos de la promesa mariana de que la Virgen los asistirá en el momento de la muerte.

Fieles, esta mañana en el rezo del Rosario en la Casa del Inmaculado Corazón de María.

Fieles, esta mañana en el rezo del rosario en la Casa del Inmaculado Corazón de María. / Rafa Vázquez

El rito de la adquisición de la advocación se celebra en distintos templos, entre ellos el Santuario de las Apariciones (hoy Casa del Inmaculado Corazón de María), en donde los fieles pudieron participar durante la jornada de hoy en rezos del rosario, que se programaron cada 30 minutos en horario de mañana y tarde. Con este templo, el otro epicentro de la celebración será la basílica de Santa María, en donde se oficiará a las 20 horas la misa que dará paso a la procesión de la Virgen.

Varios de los participantes también se consagraron en su día a la Virgen de Fátima. Previamente, participaron en unas jornadas de preparación, que acompañan al compromiso de una vida más ordenada.

Con la ilusión sobre el proceso de beatificación de Sor Lucía, los fieles también se felicitaban hoy por el próximo inicio del Año Jubilar en la Casa de María. En el centenario de la aparición en Pontevedra, el Vaticano decretó este «tiempo lleno de gracia en el que se brinda a los fieles una oportunidad de oro para peregrinar» y cumplir los preceptos, consiguiendo así indulgencias

Por su parte, el proceso de beatificación de Lucía arrancó en 2008, en el tercer aniversario de su fallecimiento. Hizo pública su apertura el cardenal portugués José Saraiva Martins, prefecto emérito de la Congregación de la Causa de los Santos.

El papa Benedicto XVI autorizó el proceso y otorgó para ello una bula especial, «dado que no habían pasado los cinco años que normalmente se exigen», recuerda José Victorio Moure, que incide en que «el papa Francisco dio un paso importante en 2023 al declarar a Lucía venerable», un avance que alimenta la esperanza de que la beatificación, el paso previo a la canonización, pueda estar cada vez más cerca.

Con la ilusión sobre este proceso de beatificación, los fieles también se felicitaban hoy por el próximo inicio del Año Jubilar en la Casa de María. En el centenario de la aparición en Pontevedra, el Vaticano decretó este «tiempo lleno de gracia en el que se brinda a los fieles una oportunidad de oro para peregrinar» y cumplir los preceptos, consiguiendo así indulgencias.

La organización prevé que el santuario pontevedrés, que es ya uno de los principales destinos marianos del sur de Europa, vea multiplicada la afluencia de peregrinos a partir del próximo 10 de diciembre, en el que arrancará el Año Jubilar. Para ello continúan las jornadas formativas e informativas, ya que están previstas actividades pastorales, socioculturales y de recepción de los fieles.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents