El rey emérito navega en la ría de Pontevedra pero se queda sin competir

El ‘Bribón’ y el resto de la flota de 6 Metros que participa en la Liga Española de esta modalidad de vela, salió este sábado a competir en la segunda serie de este torneo. Pero lo hizo sin Juan Carlos I al timón. El rey emérito sí navegó, pero sin regatear. Salió al mar a bordo de una embarcación auxiliar a motor para presenciar las evoluciones de los veleros.

El ex jefe del Estado salía de la casa de su íntimo amigo Pedro Campos a media mañana y ambos se dirigían hasta el Real Club Náutico de Sanxenxo, donde esperaron unos minutos hasta que llegó el resto de sus compañeros.

Mientras tanto, el rey emérito charló con varias personas que se encontraban en las inmediaciones de una manera distendida y, cuando ya estaba todo preparado, bajó las escaleras para embarcar. Con más dificultad que en otras ocasiones, tuvo que apoyarse en uno de sus hombres de confianza para bajar los escalones y no tener ningún tropiezo.

Lejos de embarcar en el ‘Bribón’ lo hizo en la lancha ‘Cristina’ con su amigo Pedro Campos a los mandos.

Era la cuarta vez desde su llegada el martes por la noche en la que se le veía en público, tras acudir a cenar a un restaurante de O Grove, navegar el viernes y cenar ese mismo día en el Real Club Náutico de Sanxenxo.

Hasta el momento el rey emérito no se ha pronunciado sobre las demandas que ha interpuesto contra el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y Corinna Larsen, para defender su derecho al honor y limpiar su imagen el año en el que se celebra el 50 aniversario de su coronación.

El viernes, Juan Carlos I disfrutó de una cena en el Real Club Náutico de Sanxenxo con sus amigos y a la salida quiso tener unas palabras hacia el Papa Francisco, asegurando que su fallecimiento le ha dejado «muy triste».