Año Jubilar: «Va a ser un goteo incesante de gente de todo el mundo»

Dos comisiones trabajan ya en los preparativos del Año Jubilar que el Vaticano ha concedido a la Casa del Inmaculado Corazón de María (Santuario de las Apariciones) en el centenario de la aparición de la Virgen a Sor Lucía. «Queremos que la gente venga y se sienta restaurada», indica la organización.

Fieles en la celebración del 99 aniversario de la aparición de la Virgen María y el Niño Jesús a Sor Lucía.

Fieles en la celebración del 99 aniversario de la aparición de la Virgen María y el Niño Jesús a Sor Lucía. / Gustavo Santos

Pontevedra

«Durante todo el año va a ser un goteo incesante de mucha gente procedente de distintos puntos del mundo», constata el párroco de Santa María, Javier Porro, a propósito del Año Jubilar que se celebrará en Pontevedra a partir del próximo mes de diciembre y que conmemorará el centenario de la aparición de la Virgen a la vidente de Fátima, Sor Lucía. Tanto la parroquia como la diócesis, explica el sacerdote, «están muy contentas» de la decisión del Vaticano, «porque va a ser un motivo de sanación para muchos que vengan peregrinando hasta la Casa del Inmaculado Corazón de María».

Recuerda que este espacio en el según la tradición tuvo lugar la visión, conocido como Santuario de las Apariciones, «estos últimos años ha estado restaurándose, porque estaba afectado por termitas y en ruinas». Se busca aprovechar ese simbolismo y que «este año sea también un lugar en el que la gente que venga aquí se sienta asimismo restaurada y sanada interiormente».

La parroquia está diseñando actualmente un programa de actos, tanto la ceremonia de apertura como actividades de acogida de peregrinos y culturales. Se trata de una agenda aún por definir y en estos momentos, indica el sacerdote, «estamos trabajando con un grupo de voluntarios» y realizando una campaña para conseguir más apoyos para acometer «la acogida de peregrinos y personas que vengan hasta aquí. Porque no se trata solamente de hacer actividades, sino de favorecer un espacio de oración, de tranquilidad, en el que haya celebraciones de eucaristía, confesiones, momentos de oración y también de escucha».

Con este objetivo, la parroquia ya trabaja con «un equipo de voluntarios que se están formando en temas relacionados con lo que es nuestra ciudad, también con el Camino de Santiago, porque habrá asimismo mucho peregrino que acuda a Compostela, y temas relacionados con la historia de la Casa y con Sor Lucía, durante el tiempo que vivió aquí».

Tendrá un papel protagonista «el mensaje que la Virgen le transmitió a Sor Lucía, que es lo que conocemos como mensaje de Pontevedra».

La apertura, el 10 de diciembre, contará con su propia ceremonia. También habrá un programa cultural y de escucha a peregrinos

Dos comisiones trabajan en los preparativos, después de que a finales del pasado mes de febrero la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida, junto con el arzobispo de Santiago de Compostela, propusiesen a la Conferencia Episcopal acciones pastorales con motivo del centenario de las apariciones a Sor Lucía.

La Iglesia ya trasladó al Concello y a la Diputación de la decisión de la Santa Sede. «Ellos han agradecido lógicamente que nosotros que nos hayamos adelantado y les hayamos informado», señala en este punto el sacerdote, porque «al final afecta a la ciudad y a toda la provincia, porque no es una cosa puntual de unos días o de una jornada de fiesta, sino que va a ser durante todo el año» una llegada constante de peregrinos.

Javier Porro avanza que «tanto con el Concello como con la Diputación, cada uno en su ámbito, vamos a trabajar conjuntamente con ellos, porque al final se trata de una actividad que va a redundar también en beneficio de toda la provincia».

A propósito del significado del Año Santo, el sacerdote recuerda que la indulgencia que se concede a los peregrinos «es como expresar de una manera plástica lo que es la gracia de Dios. No es un requisito exterior, sino lo que busca Dios es nuestro bienestar, nuestra salud interior. Hay muchas personas que están muy heridas por el pasado, por remordimientos, por el pecado, por adicciones, por problemas de afecto... Dios quiere actuar en nosotros y eso se plasma a través de los sacramentos, que favorecen que la gracia de Dios llegue a nosotros».

Así, quien acuda a partir del próximo 10 de diciembre a la Casa del Inmaculado Corazón de María, a semejanza del Año Santo compostelano, se confiese, comulgue y dedique un rato de oración, «se está poniendo en disposición de que esa gracia de Dios curativa llegue a su corazón», subraya el sacerdote.

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