Un mirador a tiempo para Semana Santa

Tenía que estar finalizada en febrero pero diversas circunstancias, con cambio de empresa adjudicataria incluida, alargaron la ejecución hasta ahora. El Concello impuso a la nueva concesionaria la obligación de terminar antes de Semana Santa y fue justo a tiempo. Este sábado se estrenó la polémica reforma del Mirador de A Peixeira, en Portonovo, y el acceso al Campo de San Roque, un resultado que no convence a todos los vecinos. En el acto de inauguración participó el alcalde, Telmo Martín, y el presidente de la Diputación, Luis López, entidad que aportó el 80% del presupuesto, próximo al millón de euros.

«Este espacio de gran belleza natural estaba totalmente degradado. Solo pasabas por aquí se no tenías más remedio, y ahora se convirtió en una zona de disfrute, accesible y un punto de encuentro vecinal», aseguró Martín. También, pidió disculpas a los vecinos de lana zona «por las molestias ocasionadas durante estos meses de obras, pero creo que mereció la pena». Durante el recurrido por la obra estuvieron acompañados de otros miembros del gobierno, así como por los arquitectos del proyecto y la empresa constructora. «Estoy convencido de que este proyecto innovador de Gabriel, Miguel y Luciano va a estar muy bien valorado», apuntó.

Por su parte, Luis López destacó la importancia que tiene Sanxenxo como «motor» del crecimiento turístico de la provincia. «Es un Concello que recoge toda esa belleza natural y paisajística que define a las Rías Baixas, un municipio que enriquece su oferta con experiencias de calidad ligadas a la gastronomía, al vino o al relax; y un destino que, por supuesto, apuesta por la desestacionalización». Elogió a los creadores del proyecto y felicitó al alcalde por la actuación. «Es un proyecto valiente, transformador donde lo prioritario son las personas y con una clara voluntad de poner los espacios naturales en valor. No es nuevo, el alcalde lo lleva haciendo a lo largo de toda su etapa», apuntó.

El Concello destaca que «con este proyecto se lograron tres objetivos. El primero de todos es la ampliación de un espacio de prioridad peatonal que se suma al mirador y que incluye el vial que separa la subida hasta el Campo de San Roque. Los vehículos podrán circular, pero a una velocidad muy baja y subordinados a las personas. Otro, fue la mejora a la subida al Campo de San Roque con la suavización de la rampa, serpenteando su recorrido, con miradores a distintas alturas, bancos, barandilla y arbolado, dando sombra en los meses de calor. De esta forma, se facilitará la accesibilidad de vecinos y visitantes. Además, la reforma también incluye la instalación de nueva iluminación que aporte seguridad y realce el espacio. En el borde costero, se optó por la renaturalización recuperando el estado natural del litoral antes de que se realizase el Mirador de A Peixeira para lograr el realce paisajístico del frente costero».

En realidad a la obra aún le faltan «pequeños retoques» que se ejecutarán en los próximos días con la dotación de mobiliario. Además del cambio en el propio mirador, donde se ha derribado parte del muro de contención sobre las rocas, el acceso al Campo de San Roque ha cambiado por completo, con diversas plataformas enlazadas mediante rampas accesibles y escaleras. En cuanto a la retirada parcial del muro de contención hacia el mar, el gobierno local, señala que «permite renaturalizar y descontaminar el frente costero y, en consecuencia, mejorar paisajísticamente y funcionalmente la conexión del núcleo con el mar». Se incluye la plantación de especies arbóreas autóctonas (pino atlántico) la iluminación se modifica con otra «con una proyección más baja, más contenida y totalmente integrada en los muros y barandillas».