El eclipse parcial de sol de la ciudad conquista a centenares de pontevedreses

El cielo ha amanecido despejado. Conforme avanzaba la mañana el día se llenaba de luz sin que nada hiciera pensar que antes del mediodía la ciudad se vería sumergida en un eclipse parcial de sol. Pasadas las 10.30 horas comenzaba sigilosamente el fenómeno astronómico ante la atenta mirada de cientos de vecinos que se habían desplazado hasta el punto habilitado para la ocasión, el puente de O Burgo. 

Un espacio elegido por “sus dimensiones y distribución, ya que permiten el movimiento de la gente sin problema. Y evita situaciones de aglomeración, como las que se pudieron vivir en 2015 en A Ferrería”, contaba el presidente de la Asociación Astronómica Sirio, Igor Piñeiro, desde el puente. 

Junto con una veintena de compañeros han sido los responsables de la actividad de visualización y aprendizaje en O Burgo, en colaboración con el Concello. Repartiendo entre la población que hasta allí se acercaba 2.000 gafas de protección. “Se han acabado rapidísimo”, comenta.

Nervios de niños, colas de adultos en cada zona donde había instalado un telescopio, comentarios pseudocientíficos variados y dudas por resolver que, en la medida de lo posible los expertos intentaban aclarar… Ese era el ambiente esta mañana sobre el río. 

Y, aunque la luna solo ha sido capaz de ocultar poco más de 30% del sol y la luminosidad era evidente (si no se observaba el cielo, la sensación era como si un poco de bruma diluyera la nitidez de la luz solar), se trata de un fenómeno extraordinario que ha servido para preparar a los pontevedreses e instruir sobre qué hacer, de cara al gran eclipse que tendrá lugar el verano que viene. 

“Es muy importante proteger los ojos ante lo que no vemos. Nuestro objetivo principal es concienciar y quitar falsos mitos. Y preparar apara que todos puedan disfrutar con seguridad del único eclipse total de sol que va a ver nuestra generación desde Galicia”, remata Igor.