Inspector Manuel Barreira: «El sanitario agredido empatiza con el paciente que le insulta y no denuncia»
El preocupante aumento de las agresiones a personal sanitario llevó a crear hace unos años la figura del Interlocutor Policial Sanitario, que en el caso de Pontevedra y O Salnés recae sobre el inspector Manuel Barreira Cardoso
«El profesional lo pasa mal, porque está haciendo su trabajo, cuidando de nosotros, y encima vas tú y lo insultas», reflexiona sobre este tipo de incidentes en la sanidad pública

El inspector Manuel Barreira Cardoso, en la Comisaría de Pontevedra. / RAFA VAZQUEZ
El inspector Manuel Barreira Cardoso es el Interlocutor Policial Territorial para el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, un equipo en el que trabaja con otras dos personas. Solamente en estos dos distritos se produjeron el año pasado 101 agresiones a trabajadores, la mayoría de ellas verbales y a médicos y enfermeras, según los datos facilitados a FARO por la gerencia del área sanitaria. Existen 62 interlocutores de este tipo en toda España, una figura creada en 2017.
La Policía Nacional hizo públicos recientemente los datos de denuncias por agresiones en el ámbito sanitario, que van en aumento...
A nivel de España, en base a los datos publicados, fueron aproximadamente 14.500 las denuncias en 2023 y 16.700 el año pasado, 2024. Hay un 23% de incremento, y eso se extiende a todo el territorio; aquí en Pontevedra también aumentó.
Aunque no consuele, la gran mayoría son agresiones verbales, no físicas.
Sí. Es la típica discusión que acaba con agresión verbal, amenazas... Pero el profesional lo pasa mal, porque está haciendo su trabajo, cuidando de nosotros, y encima vas tú y lo insultas. Yo creo que es un problema de incivismo, de educación, más que otra cosa.
"Nuestra previsión es que se pueda denunciar 'in situ' desde los grandes hospitales"
¿Cuáles son los motivos por los que los profesionales no denuncian? ¿Empatizan con el paciente?
Efectivamente. El trabajador empatiza con el paciente que le insulta: lleva dos horas esperando en la sala, viene con dolor... y no denuncia. Pero tiene que saber que esa amenaza verbal que se hace hoy mañana se puede convertir en una agresión física. Una cosa es empatizar y otra muy distinta asimilar que esa es la realidad. Otra causa por la que no denuncian también es por el miedo a represalias, a que vuelva a aparecer por allí. En eso queremos tranquilizarlos: todos los hechos que se han denunciado no tuvieron consecuencias ni represalias. Por último, un motivo que les echa atrás a la hora de denunciar es la cuestión del tiempo: se pasan toda la mañana o tarde en el centro sanitario y después ir a denunciar, trasladarse a Comisaría; pierden su tiempo personal para esto. En este aspecto estamos tratando de implementar las denuncias «in situ», que ya se realizan en los centros comerciales a través de su seguridad privada, que son quienes van a tomarles la primera declaración.
¿Este sistema se podría implementar en el futuro Hospital Montecelo de Pontevedra?
Nuestra previsión es hacerlo, junto con la Consellería de Sanidade, en grandes hospitales, pero no está funcionando todavía. Uno de los requisitos es que haya ese departamento de seguridad, vigilantes. También que haya un lugar adecuado para la declaración de la víctima, para proteger su intimidad, y formar a los vigilantes. Se requieren unos medios materiales y personales.
De hecho, el área sanitaria ha recuperado recientemente la seguridad privada en algunos centros como el Virxe Peregrina, de Atención Primaria...
Sí, en Pontevedra fue a raíz del incremento de agresiones. En el Hospital Montecelo hay seguridad permanente, con vigilantes y videovigilancia. Otros centros, como los de Virxe Peregrina, A Parda, Marín, Vilagarcía... tienen vigilantes ahora.
"La principal causa es que el paciente no está conforme con la atención recibida"
¿Funcionan como medida disuasoria?
Siempre. Ver a un vigilante o a un policía retrae y esa alteración que puedes tener en ese momento porque te encuentras mal, o por los motivos que sean, se rebaja de intensidad.
¿Quién agrede más: el paciente o el acompañante?
La mayoría son pacientes. Básicamente hombres. En cuanto a las víctimas, son mayormente facultativos, según las cifras de denuncias que recibimos nosotros, que pueden variar de las de agresiones totales que maneja el Sergas, porque no todo se denuncia. Le siguen enfermeras y administrativos.
¿Y las causas que llevan a esa violencia?
La principal es la percepción de la atención recibida. El paciente no está conforme con esa atención. También hay casos en los que no consiguen lo que desean, algo que ocurre, por ejemplo, con las bajas no concedidas.
¿Cómo deben actuar los trabajadores ante una situación de agresión o de sospecha de ella?
Nosotros siempre decimos que la formación en prevención es fundamental. Si ven que una persona está alterada en la sala de espera hay que advertir a quien le va a atender el estado en el que se encuentra, así como a otros compañeros. Si hay seguridad, llamarla, para hacer uso de ese efecto disuasorio por la uniformidad, y, si no, llamar al 091, porque nosotros estamos para ayudar, colaborar. Nunca enfrentarse, siempre buscar ayuda, no cerrar la puerta...
«Se les puede grabar con el teléfono móvil, pero no publicarlo ni difundirlo»
¿Cómo se deben gestionar las grabaciones con el móvil?
Tú puedes grabar al profesional, legalmente sí. Eso lo lleva la Agencia Española de Protección de Datos. Los sanitarios públicos, Sergas, son funcionarios públicos, se les puede grabar. Lo que no se puede hacer es publicarlo. El paciente o el familiar pueden grabar, por ser personas interesadas, pero no difundirlo.
¿Qué recorrido tienen las denuncias que se presentan en el juzgado por agresiones de este tipo?
El 92% de las denuncias que llegan al juzgado llevan condena, y la mayoría terminan en multa. Con un poco de sentido común, si lo has hecho debes saber que eso no puede volver a ocurrir
Realizan formaciones periódicas con los trabajadores...
El año pasado, en concreto, dimos formación en seis centros del área. Los propios trabajadores nos lo piden. Nosotros siempre estamos disponibles, tanto para el sector público como para el privado.
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