Entrevista | Iris Machado e Irimia Mollinedo Profesoras de la Universidade de Vigo

«Los hábitos de la niñez y la adolescencia tienen impacto»

El envejecimiento es algo que asusta. Es por eso, que Asaexs del Campus de Pontevedra promovió una charla-taller con las intervenciones de dos profesoras de la Facultad de Fisioterapia. Los asistente pudieron aprender cómo enfrentar esta última etapa adulta, donde la fragilidad y las caídas van de la mano

La profesoras Machado y Mollinedo, en la Facultade de Fisioterapia.

La profesoras Machado y Mollinedo, en la Facultade de Fisioterapia. / Rafa Vázquez

Pontevedra

Que la vida pasa es un hecho que tiene su reflejo en nuestro cuerpo. Cuantos más años se tienen, más efectos se aprecian, algo que va desde el aspecto de nuestra piel, hasta el deterioro general de las funciones del organismo y nuestras capacidades. Sin embargo, en este proceso natural de envejecimiento se puede minimizar los impactos con un planteamiento de vida orientado hacia el cuidado y bienestar: físico y emocional. Así lo explican las profesoras de la Facultad de Fisioterapia, Iris Machado (coordinadora del Programa Universitario de Maiores) e Irimia Mollinedo, que el martes ofrecieron una conferencia práctica sobre ello, en la Casa das Campás. Con el título «Fraxilidade e caídas», ambas especialistas abordaron los desafíos que representa hacerse mayor y las claves para hacerlo con salud desde niños. Una cita promovida por la Asociación de alumnado y exalumnado sénior del Campus de Pontevedra (Asaexs).

¿Qué han podido aprender las personas que acudieron a escucharles?

Pues la charla estuvo centrada en dar respuesta a cuatro preguntas: qué es la fragilidad, cómo se valora, cómo se tratan y se previenen caídas y qué pasa si hay una caída.

¿Cómo podemos explicar la fragilidad que otorga la edad, qué le ocurre a nuestro cuerpo?

La fragilidad es un estado de vulnerabilidad de la persona. Y es la condición clínica más común entre las personas mayores, porque en ellas existe un riesgo superior de aumentar su vulnerabilidad individual al responder de forma inadecuada ante factores estresores. Esto ocurre por la disminución de las capacidades intrínsecas comunes de las personas durante el envejecimiento. Es decir, hay una disminución de la fuerza, de la resistencia y de otras funciones fisiológicas, que incrementa este estado de vulnerabilidad para, en su lugar, desarrollar mayor dependencia.

La conferencia que ofrecieron iba dirigida al público general, ¿es porque hay otras edades o situaciones de fragilidad?

Aunque el público diana son las personas mayores, por ser las que pueden presentar un índice mayor de encontrarse en riesgo de fragilidad, consideramos que los más jóvenes deben conocer tal situación, pues los cambios de estilo de vida adoptados en edades tempranas pueden contribuir de forma positiva a un envejecimiento más saludable y menor riesgo de desarrollar fragilidad.

La edad nos hace vulnerables, el cuerpo no responde igual, ¿cómo se pueden combatir o minimizar los achaques?

Particularmente no hablaría de achaques, sino de los cambios que se producen en las capacidades intrínsecas como en las: físicas, cognitivas, emocionales, sensoriales, metabólicas e inmunológicas; y que favorecen una respuesta inadecuada a los factores estresores. Pero mantener adecuados hábitos de actividad física, nutricional y emocional, puede influir directamente sobre la respuesta a dichos factores estresantes, porque ayudan a presentar unas capacidades intrínsecas más fortalecidas.

¿Cómo fisioterapeutas, qué rutina recomiendan seguir para tener un buen envejecimiento?

La Organización Mundial de la Salud recomienda realizar entre 150 y 300 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada. O entre 75 y 150 minutos de actividad física vigorosa. Por lo tanto, como fisioterapeutas recomendamos un estilo de vida activo donde, al menos, se realicen dos sesiones semanales de entrenamiento de fuerza y tres sesiones semanales de entrenamiento multicomponente. Esta última es una modalidad que combina diferentes capacidades físicas como: resistencia, equilibrio, fuerza, flexibilidad... Esta rutina va a propiciar una buena condición física, que permitirá tener un envejecimiento saludable, es decir, que la persona pueda hacer todo lo que le guste y quiera hacer.

¿Es posible complementar el cuidado con otros hábitos?

Sí, la alimentación es un factor muy importante, junto con la actividad física. De ello depende que la grasa corporal no aumente. Y que el tejido muscular y óseo, no disminuya. También es importante mantenerse mentalmente activo por medio de la lectura, talleres de memoria, pintura o cerámica. Otro hábito, que no se le da tanta relevancia, es el ocio en compañía, es importante mantener una buena red social.

¿Qué consejo le darían a su abuelo si pudieran?

Pues a mis abuelos les diría que más pasear y menos sofá. Mantenerse activos física y mentalmente es mantener la calidad de vida.

¿Y a sus sobrinos?

Que no hay que esperar a tener más de 65 años para cuidarse, sino que deben empezar a practicar buenos hábitos desde la niñez y adolescencia, debido a que, lo que se haga en este periodo de tiempo, va a tener repercusiones en el futuro.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents