«Palabras mágicas» por la paz

Los colegios de la comarca se sumaron ayer al Día Escolar de la No Violencia y la Paz, que se celebra desde hace décadas cada 30 de enero

Acto escolar en Poio

Acto escolar en Poio / FdV

R. P.

Hace 77 años, el 30 de enero de 1948, fue asesinado Mahatma Gandhi, líder pacifista que defendió y promovió la no violencia y la resistencia pacífica frente a la injusticia. Esta fecha, elegida en los años 60 para conmemorar el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, se convierte cada año en una de las efemérides más importantes para los colegios, conscientes de su papel como «defensores de la paz y el entendimiento entre personas de distinta procedencia y modos de pensar», en palabras de Unicef.

De este modo, numerosos centros escolares de toda la provincia se sumaron a una cita en la que no faltaron los murales, las velas, los bailes o los manifiestos.

Poio se sumó a la celebración de este día con una actividad en todos los centros de enseñanza de infantil y primaria del municipio, para fomentar el lenguaje respetuoso y el trato amistoso poniendo en valor las palabras mágicas que pueden cambiar el mundo.

El alcalde Ángel Moldes y la concejala de Cultura e Educación, Natalia Sabarís, visitaron ayer algunos de estos colegios, en los que repartieron entre el alumnado las varitas para hacer magia con las palabras que uno a uno fueron introduciendo en un gran sombrero: abrazo, perdón, amor, amistad, respeto, tranquilidad, sonrisa, compañerismo, disculpa, empatía, gracias... Palabras que, como señalaron, contribuyen a percibir el mundo de una manera más amoroso y contribuyen a alcanzar unas relaciones humanas de calidad.

«Este año queremos acompañar la palabra paz de otras que son igual de importantes y necesarias en nuestras vidas y a las que tenemos que darles mucho uso en nuestro trato diario, en el colegio, con nuestras familias, con nuestras amistades, en nuestra comunidad...», dijo Moldes. En las aulas, el alumnado con su profesorado trabajaron en dar con esas palabras y, posteriormente, cada centro preparó un rincón mágico, con un gran mural y un sombrero en el que cada alumno fue depositando su palabra especial, «palabras mágicas que pueden cambiar el mundo».

Tracking Pixel Contents