Preocupación entre los veterinarios de la ciudad por el sistema Presvet sobre antibióticos

El Colegio Oficial de Veterinarios de Pontevedra celebra una jornada informativa sobre la implementación de una normativa que está recibiendo duras críticas desde el sector

La jornada informativa celebrada en la sede del Colegio de Veterinarios de Pontevedra.

La jornada informativa celebrada en la sede del Colegio de Veterinarios de Pontevedra. / RAFA VAZQUEZ

Cerca de 35.000 firmas había conseguido hasta ayer por la tarde la petición en la plataforma Change.org «Firma para evitar casos como el de Luna y proteger a los animales».

Se trata de una campaña puesta en marcha por veterinarios a nivel nacional, que también están ayudando a difundir los de la ciudad de Pontevedra, preocupados por la implementación del sistema informático central de control de prescripciones de antibióticos Presvet, dependiente del Ministerio de Agricultura. Consideran que complica la atención a los animales en lugar de garantizar su salud.

También se han unido a su difusión protectoras de animales como Difusión Felina Pontevedra, especialmente preocupadas por los animales sin hogar, como los que forman parte de las colonias de gatos, ya que no cuentan con microchip, algo que desde el Gobierno central ya han aclarado, incluyéndolos como excepción en la prescripción.

La sede del Colegio Oficial de Veterinarios de Pontevedra celebró hace unos días una sesión informativa en la que se les informó sobre todas estas cuestiones, que tantas ampollas están levantando.

FARO ha hablado con el presidente de este ente colegial, Luis Francisco Núñez Desiré, que explica que en el sistema Presvet los veterinarios «deben declarar de forma quincenal los antibióticos prescritos».

Esta forma de actuar ya se venía aplicando desde 2018 en la clínica de animales de producción, ya que sus productos entran en la cadena alimentaria, pero desde enero de este año también están obligados a declarar los antibióticos prescritos los veterinarios que se dedican a los animales de compañía.

El malestar de los profesionales se debe a que «se considera un trámite burocrático que va a dificultar, condicionar y enlentecer su labor profesional», en palabras de Luis Núñez, «aunque los campos que se piden que deben declarar a Presvet, son casi coincidentes al 100% con los campos que debe cubrir un veterinario en la receta».

«Entendemos las medidas de control en el uso de antibióticos, a cuya resistencia ya se la conoce como la pandemia silenciosa, pero estas medidas deben ser proporcionadas al fin buscado e involucrando a todas las profesiones sanitarias», considera el presidente del Colegio pontevedrés.

En este sentido, afirma que «desde el punto de vista veterinario se debe velar para que los antibióticos administrados a los animales solo se utilicen para el tratamiento de enfermedades infecciosas y siempre bajo supervisión veterinaria», pero también recuerda que «desde la Administración se deben promover y aplicar buenas prácticas en todas las etapas de la producción y el procesamiento de alimentos de origen animal y favorecer sistemas sostenibles con niveles mejorados de higiene, bioseguridad y manejo de animales sin estrés».

Multas desde 600 euros hasta más de un millón

Sobre el sistema de sanciones, desde 600 las leves a 1,2 millones de euros las muy graves, el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Pontevedra asegura que «es evidente que los importes actuales son excesivos». «No tiene mucha razón de ser que el maltrato a un animal de producción pueda ser sancionado con 100 euros y un veterinario que haya volcado datos erróneos a Presvet, por un error humano, pueda ser sancionado como mínimo con 600 euros», se lamenta.

«Lo que si pedimos que el mismo tipo de control y rigor que se establece en la declaración de antibióticos por parte de los veterinarios, se le exija al resto de profesiones sanitarias y que se persiga la dispensación de medicamentos para animales sin la correspondiente receta veterinaria, recordando que estas recetas solo se expedirán tras un examen clínico por el veterinario prescriptor, que debe ser justificado mediante visitas o por las fichas clínicas en el caso de animales de compañía», concluye.

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