Código de vestimenta: la boina
Dedicar la vida «en provecho de los demás», la vocación por la tertulia y homenajear cada año a aquellas personas y entidades que se hayan distinguido por su labor y contribución social. Son tres de las claves de la Peña de la Boina, que celebró ayer su reunión anual, en la que dedicó su «Homenaxe de honra e louvanza» a la agrupación Celme en su 40 aniversario.
Foto de «familia» de la peña y Celme / Rafa Vázquez
Casi septuagenaria (se fundó en 1958) la Peña de la Boina mantiene vivas sus tradiciones, a la cabeza reunirse cada año coincidiendo con el día de San Sebastián, voto de la ciudad, un encuentro que en este 2025 se adelantó al fin de semana para facilitar la asistencia de los socios.
Éstos decidieron dedicar en esta ocasión su «Homenaxe de honra e louvanza» a la agrupación folclórica Celme, que festeja su 40 cumpleaños y cuyos integrantes acompañaron ayer a los peñistas con sus bailes tradicionales y su música.
Actuación del grupo Celme / Rafa Vázquez
El encuentro arrancó con un oficio religioso en el santuario de A Peregrina y la ya tradicional foto «de familia», que dio paso a la actuación de los integrantes de Celme ante la iglesia y al posterior paseíllo hasta el centro histórico.
La Peña de la Boina quiso rendir un homenaje a La Navarra, que cierra sus puertas, visitando la centenaria taberna antes de la «xuntanza» de los socios.
Imposición de la boina a Enrique Domínguez Lino, que encabeza la agrupación foclórica Celme. / Rafa Vázquez
Fueron nombrados como nuevos socios Manuel Castro Otero, Jesús Valiño González, Juan José López Taboada, María Julia Rey Martínez, Juan Ignacio Medina Filgueira, Guillermo Meijón Corujo, Pedro Vila Vila e Ignacio Landín Martínez
Ésta tuvo lugar en el Liceo Casino y durante la misma fueron nombrados como nuevos socios Manuel Castro Otero, Jesús Valiño González, Juan José López Taboada, María Julia Rey Martínez, Juan Ignacio Medina Filgueira, Guillermo Meijón Corujo, Pedro Vila Vila e Ignacio Landín Martínez.
Visita de los miembros de la peña a la centenaria taberna La Navarra, que cierra sus puertas. / Rafa Vázquez
A los postres, la socia María Inés González fue la encargada de realizar la semblanza de la agrupación folclórica que encabeza Enrique Domínguez Lino, que recibió la placa, el diploma, la insignia y le fue impuesta la boina, chapela que también lucieron orgullosos todos los peñistas, como exige el código de vestimenta de la «xuntanza».
Ésta buscaba poner en valor especialmente que desde hace décadas Celme, «mantiene vivo y con una extraordinaria fuerza y entusiasmo el rico y variado folklore pontevedrés, llevando el melodioso sonido de sus instrumentos, la artística coreografía de sus danzas y la agradable tonalidad de sus cantos, por toda España y por muchos países europeos, sin por ello dejar de hacerse presentes en nuestras famosas celebraciones de la Virgen Peregrina o los Carnavales”. Es, recordó la peña al hacer público su homenaje, «un caudal enorme de entusiasmo y buen hacer» que sigue vivo gracias al cariño y dedicación de Enrique Domínguez Lino y todos sus colaboradores y miembros del grupo”.
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